Una interina asturiana, la primera docente en España que reclama en los tribunales ser indefinida

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

El abogado Manuel Martos se ha especializado en representar los intereses de los interinos.El abogado Manuel Martos se ha especializado en representar los intereses de los interinos
El abogado Manuel Martos se ha especializado en representar los intereses de los interinos

El letrado Manuel Martos representa a esta trabajadores que lleva nueve años encadenando contratos

03 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lleva nueve años encadenando contratos. Ha trabajado de forma consecutiva para la Administración pública pero no es funcionaria de carrera. Es interina. Este es el perfil de una asturiana que se ha convertido en la primera docente en España que ha reclamado en los tribunales su derecho a ser laboral indefinida no fija. Su caso lo representa Manuel Martos, un abogado que se ha especializado en este tipo de casos y que ya cuenta en su haber con decenas de casos favorables en otras administraciones. Ya lo ha conseguido con personal de Sanidad y Justicia de numerosas comunidades. Pero es en el Principado donde va a abrir el melón de Educación.

«Contamos con precedentes. Reclamamos que se les otorgue exactamente lo mismo que tienen los profesores de Religión», argumenta Martos, que ayer mantuvo una reunión en Oviedo con un amplio colectivo de interinos que también está pensando en emprender el camino de la justicia. Muchos de ellos también son docentes, de Primaria, de Secundaria, de FP y conservatorios. Había incluso algún trabajador de la Administración educativa que no entra en las aulas. Se muestra confiado en las posibilidades que tiene esta interina asturiana tanto por el ejemplo de Religión como por los casos ganados en otros cuerpos de funcionarios. «No tiene por qué ser diferente esta vez», insiste.

Si esta interina gana su caso pasaría a ser laboral indefinida no fija. Esto supone que trabajaría todos los años sin necesidad de esperar a ver su puntuación, su orden en la lista y las vacantes. Pero tendría que concursar todos los años porque no dispondría de un destino fijo, de una plaza en propiedad. No obstante, sí tendría derecho a ocupar la vacante más cercana a su domicilio para poder así conciliar su vida laboral y familiar, algo que no ocurre con el resto.