Las fuertes pero dispersas precipitaciones dejaron cortes de tráfico, inundaciones y cortes de luz. Aemet desactiva las alertas para hoy, aunque seguirán las lluvias débiles en el Principado
16 jul 2018 . Actualizado a las 08:24 h.Chubascos de récord, fuerte aparato eléctrico, argayos, cortes de luz e inundaciones: el cielo dio la razón un día a más a las alertas por tormentas que se han sucedido durante los últimos días en Asturias y que ayer domingo salpicaron el mapa del Principado de incidentes causado por las precipitaciones fuertes, aunque dispersas, que afectaron sobre todo al Oriente y puntos del Occidente y se dejaron también en notar en Grado o Villaviciosa -donde se registraron inundaciones y apagones- y Gijón durante la tarde del domingo. Ibias se convirtió en la localicad de España donde se registraron las lluvias más intensas, con momentos en los que se recogieron hasta 50,6 litros por metro cuadrado, y el agua también fue copiosa en Colunga (29 litros) o Ouria (Taramundi), con 26,6 litros por metro cuadrado. La Aemet prevé para hoy cielos cubiertos y lluvias débiles, pero ha desactivado todas las alertas por tormenta.
Los conductores vivieron complicaciones en varias carreteras asturianas, con cortes y retenciones. Un argayo causado por las fuertes lluvias cortó la carretera AS-114 en Arenas de Cabrales, según informa el periódico El Fielato. En Onís, el agua ha entrado en casas particulares y también en la Cuevona de Avín. Desde primera hora de la tarde, los truenos se han dejado escuchar en toda la comarca oriental pero en el interior. Después llegaron los chubascos más intensos. El de Arenas de Cabrales no fue el único corte causado por el temporal. La carretera AS-311 que va de Grado a Yernes y Tameza seguía cerrada a primera hora del lunes por un argayo de grandes dimensiones.
El domingo dejó imágenes de carreteras anegadas con lenguas de agua y lodo, viviendas anegadas, desde Cabrales a Onís, pasando por Ponga. El vídeo que acompaña esta información muestra la balsa de lodo que se ha formado en torno al argayo de Arenas de Cabrales y cómo el agua sigue vertiendo más material sobre la calzada.