Cuando llamar «calva», «sidosa» y «asquerosa» a una niña en público no es acoso escolar
ASTURIAS
Una sentencia judicial considera que los insultos proferidos por tres menores a la víctima, una adolescente que tuvo que recibir tratamiento psicológico, no constituyen «bullying»
06 abr 2019 . Actualizado a las 17:34 h.Tres alumnas de un instituto insultaban públicamente a una compañera. Le llamaban «calva», «sidosa» y «asquerosa» ante otros estudiantes. Dentro y fuera del centro. La víctima acabó recibiendo tratamiento psicológico y denunciando el caso. Eso ocurrió en un instituto de Llanes, en Asturias. Pero, según recoge el diario La Vanguardia, ese comportamiento no es acoso escolar. Así figura en la sentencia judicial, que absuelve a las tres adolescentes de 15 y 16 años que lanzaron los ataques verbales.
La abogada de la víctima está en total desacuerdo con los argumentos de la jueza ha presentado un recurso, que someterá a revisión el veredicto de la jueza el 23 de abril. Cree que en la sentencia existen contradicciones, ya que se los insultos se consideran como hechos probados pero, sin embargo, no se observan como algo negativo para la menor denunciante. La petición de la acusación es que las tres alumnas tengan que realizar tareas educativas para que tomen conciencia de que sus acciones no pueden repetirse, apunta el citado diario barcelonés.
Esta decisión judicial llega justo cuando todavía se investiga si la muerte de un menor en un centro educativo de Madrid está relacionado con un caso de acoso escolar. El adolescente se suicidó el lunes y cuatro días después los agentes detuvieron a un compañero de clase. Creían que sufría acoso escolar en el IES Ciudad de Jaén. Este compañero quedó en libertad el viernes. El joven fallecido, de 16 años, se había mudado recientemente a la capital desde Galicia, según la Cadena Ser. Vivía con su madre y su hermano mayor. Antes de lanzarse al vacío desde una ventana borró todos los mensajes y llamadas de su teléfono móvil excepto una nota en la que habla de un desengaño amoroso que tuvo en Galicia y del acoso escolar que sufría en el instituto al que había llegado hace muy poco tiempo. En concreto, relata las amenazas que sufría por parte de un compañero.
El consejero de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, insistió en que la administración «no tienen ningún indicio» que haga sospechar de que el suicidio del alumno esté vinculado con un presunto caso de acoso escolar y pidió «prudencia» para no «estigmatizar» a este centro.
