«Visitamos Notre Dame hora y media antes de que comenzase el incendio»

Ana Gómez Poyatos REDACCIÓN

ASTURIAS

Paula Canellada y su familoa, en Notre Dame, hora y media antes del incendio
Paula Canellada y su familoa, en Notre Dame, hora y media antes del incendio Paula Canellada

La gijonesa Paula Canellada y su familia se enteraron del incendio cuando ya disfrutaban de una visita concertada a la Torre Eiffel. Recuerda el ruido ensordecedor de las sirenas y el sentimiento de tristeza que flotaba en la ciudad

17 abr 2019 . Actualizado a las 16:56 h.

La gijonesa Paula Canellada y su familia disfrutaban de unas plácidas vacaciones en la capital francesa. Se enteraron del catastrófico incendio que asoló Notre Dame desde el primer piso de la Torre Eiffel, otro de los grandes símbolos de la ciudad. Estos turistas asturianos son de los últimos afortunados que pudieron apreciar la belleza de la catedral antes de que fuera pastos de las llamas. «Sobre las 17:10 de la tarde, más o menos hora y media antes del incendio, nos encontrábamos visitando Notre Dame», asegura Paula Canellada, ya de regreso en casa.

El lunes, 15 de abril, poco antes de las siete de la tarde, un devastador incendio comenzó a calcinar la techumbre de Notre Dame. Paula y su familia, ajenos a la tragedia que estaba por suceder, sobre las 17:10 de la tarde, realizaban una de las muchas actividades que tenían programadas a lo largo de su viaje: visitar la catedral de Notre Dame. Finalizada esta visita, la familia se dirigió a disfrutar de las magníficas vistas que ofrece otro de los grandes símbolos de la capital gala, la Torre Eiffel. Allí fue donde la familia asturiana se llevó la desagradable sorpresa. Cuando bajaron a la primera planta del monumento, vieron una columna densa de humo. Paula relata la primera sensación que tuvieron: «Bajamos del ascensor, en la primera planta y vimos el humo. En un principio, pensamos que el incendio estaba detrás de la catedral, pero al ver que las llamas y la humareda eran cada vez más intensas decidimos buscar en Google qué estaba pasando». Así fue cómo se enteraron del incendio que estaba devastando la catedral en la que habían estado alrededor de una hora y media antes. 

Por prudencia, ya que viajaban con niños, después de su visita a la Torre Eiffel, decidieron no acercarse. Optaron por coger un taxi para volver a su hotel: «No nos acercamos de nuevo porque viajábamos con niños y, además, en ese momento, no nos encontrábamos cerca». Paula recuerda que «el tráfico estaba colapsado» y que, además, «París estaba ensordecida por las múltiples sirenas de los diferentes cuerpos del estado que se dirigían a la zona de Notre Dame»

Sentimientos de tristeza

«No noté miedo o nerviosismo entre las personas que estaban en la Torre Eiffel, pero sí un generalizado sentimiento de tristeza y consternación por parte de todas las personas que estábamos observando desde la Torre Eiffel como las llamas devoraban la catedral», rememora Paula. También describe que todo el mundo hablaba entumecido de lo que estaba sucediendo, además, de fotografiar y grabar las terroríficas escenas. «Personalmente vivimos esos instantes con una gran conmoción y, por supuesto, con una gran tristeza por la pérdida patrimonial de la que estábamos siendo testigos», reconoce.

Les supuso un gran alivio saber que, pese a lo dantesco de las imágenes, no había habido ningún muerto o herido grave. Paula Canellada, finalmente, explica que la ciudad se encuentra en alerta terrorista y como consecuencia, el gobierno ha reforzado las medidas de seguridad.

La gijonesa y su familia ya se encuentran de nuevo en Asturias, aún conmocionados, al igual que el resto del mundo, por este terrible accidente que, paradójicamente, se produjo en el día internacional del arte y solo hora y media después de que lo hubiesen visitado.