Así se sigue el rastro a la asturiana contagiada en Ribadeo para evitar un rebrote

s.d.m.

ASTURIAS

Técnicos sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), trabajan en el interior de la cabina de seguridad del laboratorio de virología de este centro de referencia del Principado
Técnicos sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), trabajan en el interior de la cabina de seguridad del laboratorio de virología de este centro de referencia del Principado J.L. Cereijido

El equipo localizó a siete contactos estrechos en el Principado en menos de 24 horas. El aislamiento debe ser inmediato para evitar la tranmisión comunitaria

03 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Vive y trabaja en Ribadeo pero su tarjeta sanitaria es asturiana y su centro de salud, uno de los cerrados en la reordenación de la pandemia del coronavirus al no poder habilitar un circuito independiente para los posibles pacientes de COVID-19. La joven empleada de un supermercado que ha dado positivo en coronavirus es una de tantos en el occidente que vive a caballo entre los dos márgenes de la ría del Eo. Su caso supone la extensión de un tentáculo del brote de A Mariña lucense al Principado, lo que ha obligado a extremar la colaboración entre los sistemas de salud de Asturias y Galicia. Los equipos de vigilancia o rastreadores -como se les conoce popularmente- se afanan ahora por localizar a todos sus contactos estrechos. El protocolo con el que la Administración espera frenar cualquier foco se está poniendo a prueba.

Esta joven asturiana vinculada a Castropol comenzó a sentir síntomas leves compatibles con el coronavirus y llamó por teléfono al Servicio de Salud del Principado (Sespa). Al estar cerrado su consultorio, le correspondía acudir al de Vegadeo pero quería saber antes cómo proceder. Hizo bien. Fuentes de la Consejería de Salud indican que eso es exactamente lo que hay que hacer. Tras contar su caso, fue citada en Vegadeo para someterse a una prueba PCR. Toda persona con sospecha de sufrir la infección debe realizar este análisis en el plazo de las primeras 24 horas. ¿Qué se entiende por caso sospechoso? La respuesta aparece en la documentación que manejan los profesionales sanitarios. Se trata de cualquier paciente con un cuadro clínico en el que los síntomas van de una infección respiratoria aguda de aparición súbita a fiebre, tos o sensación de falta de aire. En este caso, además, se añade un elemento extra: reside en una zona en la que se ha detectado un brote con varias ramificaciones y que sigue creciendo.

La cita en Vegadeo tuvo lugar el miércoles. Los profesionales recogieron las muestras, tal y como pauta el protocolo, y las remitieron al Laboratorio de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que en apenas unas horas confirmó la PCR positiva. En ese periodo de tiempo, la joven, que presenta síntomas leves, guardó aislamiento domiciliario, tal y como le habían recomendado. Eso es, de hecho, lo que marca las guías de actuación.

Siguiendo la película temporal, los resultados llegaron la noche del miércoles. Eso desencadenó la puesta en marcha de los vigilantes del coronavirus, el servicio de profesionales que debe comprobar si en el entorno de esta asturiana que reside en Ribadeo hay más casos, si les ha transmitido el coronavirus. Los asturianos solo analizará la parte del Principado. El resto les toca a sus homólogos gallegos. ¿A quién tienen que localizar? ¿Quién es un contacto estrecho? Los miembros de este servicio cuentan con una definición precisa. Se considera contacto estrecho a la persona que en las 48 horas anteriores al inicio de los síntomas hayan estado a menos de dos metros durante más de 15 minutos con el positivo, a alguien que le haya cuidado o a los pasajeros con los que haya viajado en tren en avión o en otro medio de transporte, por citar dos ejemplos.

Los rastreadores tienen dos medios para identificar a todos los contactos estrechos: un riguroso cuestionario con preguntas que ayudarán a la paciente a hacer memoria y también su propio instinto afinado por un entrenamiento en el que la psicología ha sido importante. Solo en la parte asturiana, los vigilantes ya tienen identificados a siete. Cinco son familiares. Los otros dos proceden de su entorno laboral, es decir, que también son asturianos que cruzan la ría del Eo a diario para trabajar.

Es importante que actúen con rapidez para evitar cualquier tipo de propagación. Esos siete contactos ya localizados en Asturias y los gallegos deben evitar salir de su domicilio. En su caso, también se pauta la cuarentena.

El equipo de vigilancia ha tenido poco trabajo, después de tres semanas sin ni un solo positivo en Asturias. Cuando comenzó su trabajo, en la fase inicial de la desescalada, pensaban que cada paciente positivo tendría, al menos, cuatro contactos estrechos, por lo que habría que hacer seguimiento de cinco personas, el caso y su entorno. Sin embargo, en los primeros días vieron que eran menos y básicamente convivientes. Eso suponía que se estaba cumpliendo escrupulosamente con el estado de alarma. Ahora que ya no está el estado de alarma en vigor el número de contactos parece haber crecido. Solo en la parte del Principado, ya se han identificado a los citados siete.