Empresario Rossell

OPINIÓN

22 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que Rossell, Juan Rossell, el último hampón elegido por los empresarios para representarlos, haya declarado esta semana que el ?trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XIX? no sorprende porque los empresarios son iliteratos satisfechos, cerebros engrasados no con letras sino con la inmoderación dionisíaca por el oro (mito del rey Midas), para quienes el XIX es el Cretácico, no diez decenas de años en las que, en Europa, la prole estaba al corriente, por los entierros ininterrumpidos de sus mayores, que pasar de los 34 años era cosa de titanes; unos iliteratos satisfechos que ni saben ni quieren saber que la maquinaria del horror comenzó antes, en la Islas Británicas de la segunda mitad del XVIII, con el vapor, el carbón, el acero, el ferrocarril (en 1776, en Londres, se instaló el primer molino movido con vapor y, con él, los primeros molineros esclavizados, y, con ellos, estos versos de William Blake: ?¿Y aquí se construyó Jerusalén/entre estos Satánicos Molinos tenebrosos??). Que Rossell no sepa que el ?trabajo fijo y seguro? es un concepto hecho verdad entre el final de la Segunda Guerra Mundial y el final del siglo XX no sorprende porque lo que se espera de él, lo que le exige el Capital, es que use la espada, no la pluma, y que se ciña a esta ecuación:

E=m.c2

(E, de empresario; m, de mostrenco, y c, de codicioso)

No, lo relevante de Rossell no está en sus meteduras de pata históricas, sociológicas, económicas, antropológicas; está en las connotaciones de lo que dice, que es una revelación de lo que hace. Lo que hace el Capital. El Capital es su Señor. ¿Un nuevo Señor? ¿Quién es Él? ¿Quién se esconde detrás del que exclama ?Yo soy el que soy?? La Banca Financiera (BF en adelante). Bien, pero ¿qué es la BF? Una mesnada de hijos de puta? Stop. ¿Hijos de puta? ¿Creen que este sintagma es inapropiado, excesivo?... Pero si ellos mismos se dicen ?¡qué hijos de puta somos!? cuando, y es un ejemplo cutre, Ana Botella, como alcaldesa de Madrid, firmó la venta por cuatro perronas de montones de viviendas sociales a un grupo inversor que se precipitó a multiplicar por diez la renta, añadiendo más desahucios a una España tan desahuciada que hasta los tribunales de justicia de la Unión Europea nos están pidiendo que echemos el freno.

Sigo, pues, ratificando indubitable y moralmente lo de ?esa mesnada de hijos de puta?, que la BF ha relevado a los terratenientes del orbe de los últimos seis o siete mil años y que, como ellos, actúa de la misma forma, a muerte. Y, como a ellos, la Ley la excusa, la expulsa del ordenamiento jurídico, el penal y el hacendístico (libres del fisco: porcentajes de escarnio para la marabunta pagadora; ingeniería de cloaca; infiernos fiscales; lavado, centrifugado y planchado de dinero; del excusado penal les hablaré en el último párrafo). Pero con dos agravantes respecto a esos seis o siete milenios: el tiempo y el espacio. El tiempo: en un día, un maniaco como Amancio Ortega puede ganar más de 500 millones de euros. El espacio: las operaciones devastadoras son transnacionales, globales. Aquí es donde se puede decir, con certeza absoluta, que el concepto de ?soberanía popular? es de otro tiempo, pero no del XIX, sino de mucho más atrás, patán Rossell. Las urnas mantienen la formalidad, ya carnavalesca, fachosa, bufonesca, peripatética, porque materialmente han sido tajadas. Quien siga convencido de que las elecciones políticas son democráticas, que su voto vota a su representante y que éste le va a representar, es un ángel puro, aunque también puede ser un irreflexivo o un mentecato. La BF se limpia el culo con las papeletas y luego se las hacen comer a sus ?legítimos representantes?, que, antes de tragarlas, las mastican y las saborean con placer, porque entre los restos de caca hay premio. Así pues, la extraordinariamente sencilla y talentosa nueva maquinaria de la BF es, con nombre propio, la Democracia-Capital. Es una maquinaria que nunca se detiene, que nunca se avería. Es la maquinaria de la mundialización del ego psiquiátrico, del hermafroditismo mental. En la BF, simplificando, están los niños listos de clase jugando con plastilina. ¿Adivinan de qué está hecha esa plastilina?

Para los Botín, Francisco González, la City, Wall Street, las Caimán, las SICAV, un gato puede tener más valor que un hombre; una fiesta, más que una familia; un conjunto de lencería calada y con lacitos rosas para sus esposas o amantes, más que una niña; unos gemelos diamantinos, más que un poblado africano. Hasta donde yo he leído, desde que el primer simio empezó a imitar los andares de un bebé de los nuestros, de menos de un año, no hubo cataclismo mayor en esta roca universal azulada. Ni geológica, ni atmosférica, ni sideral, ni humana. La BF es más destructiva que cien mil bombas de la potencia de la arrojada sobre Nagasaki; más que la erupción del volcán Toba, en la isla de Sumatra, que hace unos 74.000 años a punto estuvo de extinguir al Homo sapiens; más que todos los fallecidos en los últimos 11.000 años, y casi igual que el estallido de una supernova.

Del sustantivo ?terror? procede otro sustantivo, ?terrorismo?, que es, en consecuencia, una ?acción planificada y ejecutada para causar el mayor daño posible?, infundiendo, precisamente, ?terror?. Muchos identifican el terrorismo con los yihadistas, los etarras, etcétera, etcétera, y lo identifican con lógica, concuerda con lo antedicho. Pero lo que muchos no acaban de ligar es la BF con el terrorismo. Los Códigos Penales no contemplan las operaciones financieras como operaciones ?planificadas y ejecutadas para causar el mayor daño posible?. Te rapiñan el trabajo, el piso, el dinero, la salud y la vida; te privan del agua, del pan, de las medicinas, de la educación; te envenenan, te violan, te descuartizan, arrasan comunidades? Y en esos códigos no hay rastro de figura delictiva alguna. No hay. Pero eso no es todo. Esos concienzudos, corruptos, rastreros y alevosos libros legales defienden y protegen, bunkerizan, a los tejedores de esta trama de las finanzas planetarias. Y que no quede por decir: Bradbury, Orwell, Huxley y todo aquel pensador que haya avisado de un porvenir espantosamente fascista-terrorista, se han equivocado. Ese futuro, que ha comenzado en este tiempo, es más que espantoso.

(El término latino tripalium es el origen próximo de nuestro vocablo ?trabajo?. En Roma se colocaba a los esclavos en este yugo de tres estacas para torturarles. Hago constar, además, que el esclavismo fue especialmente espectacular y fructífero desde el siglo XVI hasta la década de 1940; desde entonces, y hasta sabe Dios cuándo, seguirá dando frutos, y, en cuanto al esclavismo psicológico, vive su Edad de Oro, o sea, la Edad del Tripalium).