Sanidad 10-educación ¿?

Manuel Blanco Desar
Manuel Blanco Desar EL SÍNDROME G

OPINIÓN

08 jun 2016 . Actualizado a las 08:44 h.

El sistema sanitario público español es de los mejores de Europa y el mundo. ¿Prueba objetiva? Nuestra esperanza de vida. También tasas de supervivencia por patologías, de trasplantes exitosos? ¿La razón? Nuestro excelente personal sanitario y toda su previa formación y selección. Gracias a todos. Vosotros sois un orgullo patriótico. Vuestro trabajo es más eficiente que el carísimo de EE.UU. Estáis muy mal pagados. Hay que intentar retribuir mejor vuestros sacrificios -cribado académico para entrar en las facultades y escuelas universitarias, cribado MIR, cuatro años de especialización, contratos temporales encadenados, movilidad? estabilización a los 30-40 y salarios más ajustados que los de un Bárcenas o un Blesa-. Nuevamente, gracias. Lo público puede funcionar muy bien. Solo los fundamentalistas lo niegan. Queremos sanidad pública en España porque es de calidad. Si no lo fuese, intentaríamos huir hacia otra que garantizase nuestra salud y longevidad.

El sistema educativo público español es, es? público. De ahí que los que se desgañitan a defenderlo silencien su calidad. Solo una minoría parece desear una educación pública y de calidad, porque la calidad se mide -guste o no- con resultados. Y para superar nuestras cíclicas crisis estructurales tenemos que conseguir que la educación pública funcione al menos igual de bien que nuestra sanidad. Se lo debemos a nuestros niños más desfavorecidos en lo social y en lo funcional -niños pobres, con dislexia, TDAH, y todas las restantes diversidades-, y se lo debemos a la patria -uf, qué palabra- porque esta es el fundamento de la fraternidad, soporte del Estado de bienestar.

Pues bien, España como sociedad no asume este objetivo. Según recientes datos de la Comisión Europea, seguimos siendo el país con mayor tasa de abandono escolar, cuando ya en el 2015 un total de 19 Estados de los 28 de la UE han logrado bajar del objetivo europeo para el 2020: menos de un 10 % de abandono. De entrada, España se conforma con llegar al 15 %. Alucinen.

Como modelo, fijémonos en Chequia, de dónde viene y adónde ha llegado en una generación. Con más alumnos por profesor que España y plazas a 5.196 euros frente a 7.232 euros en secundaria por alumno y año, su tasa de abandono es del 6 %, mientras la nuestra es del 20 %. Tal vez esto ayude a explicar por qué Chequia tiene solo un 4,1 % de paro, y no el 20 %. ¿Qué pasa en Chequia? ¿No hay niños con diversidad ni problemas sociales?

¿Por qué el sistema sanitario público español es excelente y el educativo es pésimo? Desde luego nuestro sistema de formación, selección, promoción y permanencia de los docentes está en las antípodas del sanitario. Es inimaginable que haya médicos con tasas de fallecidos que doblen a los de sus colegas de especialidad y que eso no comporte consecuencias. Una pista: el sistema para el personal sanitario está muy armonizado en Europa; el educativo, no. Rogamos, pues, resultados en educación como en sanidad.