España y el Brexit

OPINIÓN

28 jun 2016 . Actualizado a las 14:34 h.

El gol del croata Perisic tuvo muchas más consecuencias que perder un partido. Esta España que empezó tan bien la Eurocopa no tiene el empaque suficiente para superar a selecciones hambrientas y agresivas. Croacia y, sobre todo, Italia están un escalón por encima. Saben cómo juega España y tienen la capacidad y el impulso para impedir el futbol de salón que nos distingue.

Como era previsible se cierra un ciclo glorioso que comenzó con el penalti de Cesc ante Italia y que ha incluido dos Eurocopas y un Mundial. Mucho para la que habíamos sido hasta entonces. Esta selección sigue siendo buena pero le falta Xavi, le sobran partidos a sus jugadores principales y da síntomas de que se desanima enseguida. Y en estas competiciones tan exigentes se ha visto bien dónde están los límites.

Parece evidente que Vicente del Bosque, sabio, sensato y prudente, enorme como ciudadano, ha llegado al fin del proyecto. Prolongarlo, por mucho que se empeñe Villar, será una agonía injusta e innecesaria para un tipo que nos proclamó campeones del mundo. Eso no se nos borrará nunca. Agradecidos para siempre.

Pero lo grande vino después con el Brexit futbolístico que le aplicó la increíble Islandia a Inglaterra. A juego tosco no les gana nadie. Y ahí están, en cuartos. El fútbol tiene estos guiños. Con toda Europa estupefacta por el resultado del referéndum de Cameron, solo otros isleños nórdicos, aislados, primitivos y novatos son capaces de aplicar el Brexit de verdad e Inglaterra ya está en casa. Un alivio de satisfacción recorre el continente.