Son nuestros corruptos

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

06 jul 2016 . Actualizado a las 07:41 h.

Para no ser vistos, los niños y los tontos acostumbran a cerrar los ojos. Entienden que como ellos no ven tampoco pueden ser vistos y se muestran satisfechos creyendo haber logrado su objetivo. Exactamente igual que el Govern, que, para no enterarse de que la corrupción acecha a ayuntamientos gobernados por su mismo partido, se ha despachado una de las más amplias operaciones policiales contra la corrupción con un es una paparruchada porque su «autor intelectual» es el ministro Fernández Díaz. No entra en mis planes en lo que me queda de vida tener una palabra de apoyo para el ministro del Interior. También es verdad que no lo precisa, porque se basta con los servicios del Estado, que pone a su servicio, al de su partido y al de sus amigos. Pero de ahí a que se desautorice y minimice una operación policial que afecta a 23 ayuntamientos de toda España, con conexiones con la Púnica y con algún exalcalde que ya fue detenido por lo del 3 % y el exjefe de campaña del presidente Puigdemont implicado, va un abismo.

La acusación de la portavoz del Govern de que el ministro utiliza «malas artes para ensuciar reputaciones y trayectorias de personas que trabajan al servicio del soberanismo» son impropias de quien ejerce un cargo público en estos tiempos. Porque no recordamos que Neus Munté, que así se llama tan insigne pensadora, realizara las mismas acusaciones en los cientos de casos similares anteriores, cuando no le caían tan cerca.

Utilizar el soberanismo, las malas prácticas de uno de los peores ministros de la democracia, y denunciar circos mediáticos es lo mismo que decir: no me toquen a estos señores que ya sabemos que son corruptos pero son nuestros corruptos. Es lo que vienen diciendo desde hace 36 años, cuando Pujol llegó a la Generalitat y empezaron a saquear.