El Camino Primitivo

OPINIÓN

26 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace dos semanas empecé mis vacaciones. Me encontraba sin planes, sin un claro destino a donde ir y sin la posibilidad de contar con amigos y familiares para estos días de descanso. Pero hace un mes presencié el homenaje al peregrino del año en el albergue de Oviedo. Comprobé de primera mano la situación, el perfil de gente que se animaba a hacer el Camino Primitivo y, así a primeras, pensé que tenía una buena ocasión para ir andando hasta Santiago de Compostela este verano. En mi etapa universitaria muchos amigos me habían recomendado el Camino Francés por muchos motivos (culturales, conocer gente, vivir una experiencia inolvidable?). Así que, en base a todas las buenas recomendaciones que tenía, me informé, me equipé y me puse a andar desde el sábado 13 hasta el pasado miércoles 24 que llegué a la capital de Galicia (doce días en total).

Como todo en la vida hay partes buenas y malas. Por ahora el Camino Primitivo no está masificado, cuestión que los peregrinos que me encontraba y que habían realizado el francés me ensalzaban como algo positivo. Sé que es interesante seguir trabajando para incrementar el número de personas, porque en el fondo es turismo y, por tanto, es una fuente de ingresos para los municipios por donde pasa el camino, pero también es cierto que de elevarse el número de gente se necesitaría a su vez incrementar las plazas en albergues, además de dotarlos convenientemente (camas cómodas, duchas en buenas condiciones y a ser posible que haya tanto lavadora como secadora en todos ellos). También hay que ser conscientes de que la época buena es ahora (en invierno se hace difícil por las condiciones climatológicas), con lo cual no es una apuesta para los doce meses del año y, sobre todo quienes ostentan negocios privados, pueden ver que por el momento no les es rentable apostar por esta iniciativa.

De Oviedo a Lugo el camino no es ni mucho menos fácil por la orografía, pero sí que cada paso es bello y hermoso. La mayor parte del recorrido transcurre por lugares alejados de las carreteras, algo fundamental en la seguridad. De Lugo a Santiago, en cambio, son cien kilómetros muy llanos. Galicia ha sabido explotar al máximo el beneficio que le acarrea el volumen de gente que peregrina a Santiago. Todo está mercantilizado. En cambio, en Asturias nos falta mucho por hacer. El día anterior a partir de Oviedo me recorrí varias tiendas del casco antiguo buscando una camiseta sobre el Camino Primitivo, y para mi sorpresa no encontré ninguna. Ahí hay, bajo mi punto de vista, una notable diferencia en cuanto a lo significa en Asturias y en Galicia esta cuestión desde el punto de vista comercial.

Entre Oviedo y Santiago hay 330 kilómetros. Yo hacía de media unos 25 km. Había gente que hacía más, otros aguantaban menos andando e incluso los había que recurrían a la ayuda de taxis y autobuses para llegar al final de la etapa que tenían prevista. Creo que lo bonito es no planteárselo como una carrera o una competición, sino como algo a disfrutar y a sentir. La gente que realiza el Camino Primitivo, en su mayoría, es extranjera (italianos y alemanes a mogollón). De España los hay de todos los sitios? salvo de Asturias y Galicia (o yo al menos no me encontré a nadie de ambos lugares). Quizás fuera bueno animar a los asturianos a que lo prueben, sin necesidad de hacer el recorrido entero de una vez (se puede hacer poco a poco sin problema) y con mucha tranquilidad, que hay partes donde a veces es duro caminar (por ejemplo, en las cuestas). Y el motivo o los motivos pueden ser variados. Los míos eran culturales y turísticos (de la gente que me encontré ninguno me dijo que fuera por razones religiosas, pero seguro que los habrá también). No hay nada más que poner voluntad, tener ganas y empezar a caminar.

En resumidas cuentas, me gustaría animar a los lectores de La Voz de Asturias a que se lo piensen al menos. Yo he vivido unas vacaciones distintas. Nunca antes las había hecho así. Son una manera como cualquier otra de invertir tus días de vacaciones y en la vida hay que probar de todo. Cualquier persona que necesite consejos, ayuda o lo que sea, que me escriba sin problema alguno. Yo poseo una información y una experiencia que estaré encantado de compartir.