Otra vez «Lost in Translation»

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

22 oct 2016 . Actualizado a las 10:29 h.

Ayer la volvieron a poner en televisión y otra vez caí en esa maravilla que es Lost in Translation, de Sofia Coppola. Han pasado trece años y sigue intacta, con una sutileza y elegancia que hace crujir en todos los detalles. Un filme de momentos, construido sobre esa pareja aparentemente desacompasada -Bill Murray y Scarlett Johansson- y profundamente sólida. Él, crepuscular, tierno, irónico, perdido y angustiado en la posadolescencia de los cincuenta. Y ella, joven, sensible, inquieta, perdida en el abismo del todo por hacer. No hay en este guion de Oscar ni una sola palabra de más o de menos entre Bob y Charlotte, dejados a su buena suerte en un contexto de belleza extraordinaria. Entre el caos desolador de Tokio, aturdidos entre esa multitud ciega, Coppola expone a dos seres a la certeza de conocerse, de entenderse, de amarse de una manera hipnótica, sin ninguno de los tópicos de la evidencia. En Lost in Translation todo es tan sutil como verdadero, hasta el punto de que la música (esa otra joya) cuenta tanto como los silencios, sin letra que añadir al lenguaje magistral de la directora. Hay pocas películas que una rescate de un cajón, que guarde como un tesoro íntimo, y produzcan el mismo desasosiego siempre, pase el tiempo que pase. Esta es una de esas, sobre todo porque resulta imposible ponerle traducción a su final inmenso. No pudo ni siquiera Bryan Ferry: «More Than This There is Nothing».