Disculpas y mirar para adelante

OPINIÓN

28 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No puedo ocultar que siento una profunda tristeza con la previsible votación que tendrá lugar mañana en el Congreso de los Diputados y que permitirá a Mariano Rajoy sacar adelante la investidura tras más de trescientos días sin Gobierno. El Comité Federal del PSOE ha tomado, bajo mi punto de vista, una decisión equivocada, sobre todo porque el partido se presentó a las elecciones de diciembre y de junio con un mensaje claro y rotundo de que nunca permitiría que gobernara el PP. Las promesas electorales hay que cumplirlas y si no hay sorpresas la mayor parte del Grupo Parlamentario Socialista acatará la decisión del máximo órgano del partido entre congresos. En manos de los 84 diputados estará el futuro del partido y de este país. Poco o nada me gustaría estar en el pellejo de esos compañeros, siendo sincero.

El principal error que han cometido los que han apoyado la abstención es aceptar que el PSOE era el culpable del bloqueo institucional. Siempre defendí y sigo pensando hoy que el único responsable de esta situación era el señor Rajoy, ya que en la cámara baja hay una mayoría de fuerzas conservadoras (y se pudo comprobar en la constitución de la Mesa del Congreso) que sumarían los votos necesarios para sacar adelante la investidura. Lamentablemente el PSOE, supuestamente por «responsabilidad de Estado», es el que permitirá a Rajoy formar un gobierno. Al parecer la jugada es desbloquear la formación de gobierno para bloquear al ejecutivo en el parlamento y demostrar así que haremos una oposición frontal y eficaz a lo que el PP quiera hacer. Creo que ese tipo de argumentos son una tomadura de pelo a los votantes, a la militancia y al conjunto de los españoles en general, y más en boca de personas como Antonio Hernando, que tanto valía hasta hace nada para defender el 'no' y ahora la abstención.

Lo peor que llevo es la incómoda sensación de haber pedido personalmente el voto para el PSOE para que acabe gobernando Rajoy. Defraudar y mentir al electorado socialista me supone una decepción personal por la que quiero pedir públicamente disculpas. He trabajado y he empujado hasta donde he podido junto a otros compañeros para que el partido no cambiara su postura, pero lamentablemente no ha servido para nada. Pese a que en prácticamente todas las agrupaciones de Asturias ganó el 'no', solamente tres de los once asturianos que estuvieron en el Comité Federal votaron acorde a lo que los militantes expresamos claramente en las diferentes asambleas. Se crea tanto con lo ocurrido en el Comité Federal como con algunos diputados socialistas una nueva discusión sobre el concepto de «democracia representativa». Se supone que tienen que actuar acorde a lo que se promete y a lo que el propio partido defiende. Considero que lo ocurrido el domingo y lo que al parecer ocurrirá mañana quebranta y deja en mal lugar esa delegación del voto. Yo al menos no voté al PSOE para que gobierne el PP. Así de claro.

No obstante y lejos de resignarme, me parece que no queda otra opción que mirar para adelante. Siempre me gusta pensar en positivo. De las crisis se suele salir reforzado, y mi empeño por lo mejor para el PSOE es porque considero que este país solamente saldrá adelante si los socialistas volvemos a gobernar y a dirigir este país desde la izquierda. Igual nos llevará tiempo y quizás mucho esfuerzo y trabajo, pero en la vida todo son ciclos y espero recuperar a esa gente defraudada que algún día nos votó y que volvería a confiar en nosotros si, entre otras cosas, no dejáramos gobernar a la derecha.