Tienen que ganarse el crédito

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

05 nov 2016 . Actualizado a las 10:33 h.

No se puede decir que el entusiasmo de la opinión publicada ante el nuevo Gobierno haya sido «indescriptible». Al revés: se puede describir muy bien: un recibimiento plano, con adjetivos amables, pero cercanos a la decepción y con dudas sobre la talla política de los designados. El despliegue de primeras páginas coincidía poco con las opiniones que seguían. Y tiene lógica: se habían levantado tantas expectativas sobre el nuevo equipo que lo más normal era un saludo desencantado, sin esperar a los cien días de gracia, derecho que hay que otorgar también a los ministros que salieron del dedo de Rajoy.

Como estamos todavía en el riguroso estreno, la pregunta sigue siendo qué cambia realmente. Y la respuesta es: si el presidente y la poderosa vicepresidenta siguen siendo los mismos, se cambia de ejecutores, pero la política seguirá siendo muy parecida. La capacidad del Gabinete habrá que ir juzgándola por sus hechos. Este equipo, como todos, como el que se va a formar en Galicia, tiene que ganarse el crédito social día a día y decisión a decisión.

Lo que ocurre es que de las palabras diálogo, pacto y consenso se hizo todo un programa de legislatura y, según el nuevo portavoz, fueron las que dijo Rajoy en su primer Consejo. ¿Con quién? Con Ciudadanos parece fácil: basta poner en práctica las 150 medidas pactadas. A partir de ahí, todas las dificultades del mundo. De Podemos y los independentistas, ni hablamos. Del PNV se puede hablar, pero veremos si ponen como condición que Euskadi sea reconocida como nación, cosa que no entra en la cabeza de Rajoy. Y el PSOE, auténtica clave de la estabilidad, es un enigma: si se entiende con Rajoy, le dejará a Podemos el protagonismo de la oposición. Si, como asegura, no apoyará ni los Presupuestos, nos aboca a elecciones anticipadas otra vez.

Todo dibuja un panorama sumamente complejo, en el que la incertidumbre no se borra con unos ministros de buen talante. ¿Con qué nos podríamos satisfacer? Con que se resuelva -qué digo, con que se alivie- el desafío independentista catalán; con que se alcance alguno de los pactos propuestos por Rajoy, especialmente el de educación; con que no se agraven más los desequilibrios sociales, que nunca han sido especialidad del PP, y con que continúen la recuperación económica y la creación de empleo. Son muchas exigencias, pero son las que reclama este país.

¿Mi impresión personal? Que estos ministros no están menos capacitados que otros para lograrlo. Pero necesitan tiempo. Se necesitan los cuatro años de la legislatura. Y eso es justamente lo que solo el PSOE les puede asegurar. Y ustedes me dirán si el PSOE está en condiciones de asegurar nada. Ni siquiera un compromiso de duración.