Techo de gasto: primer asalto del Presupuesto

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

15 nov 2016 . Actualizado a las 08:33 h.

Tomen nota de esta cifra: 123.394 millones de euros. Esta es la cantidad máxima que puede gastar este año la Administración del Estado. La del ejercicio próximo la aprobará el Consejo de Ministros, probablemente, el día 25. Una vez sancionada por las Cortes y por Bruselas, el Gobierno ya dispondrá del corsé para encajar el Presupuesto para el 2017. ¿Y qué dicen al respecto las distintas fuerzas políticas y, más en concreto, Ciudadanos y PSOE, los partidos que facilitaron la investidura de Mariano Rajoy?

Ciudadanos pide que el techo de gasto sea igual o más elevado que el de este año. Exige incluir 5.000 millones de euros para la puesta en marcha de las primeras medidas sociales pactadas con el PP: complemento salarial garantizado, plan contra la pobreza infantil, atención a la dependencia y gratuidad de los libros de texto, entre otras. El PSOE se muestra dispuesto a negociar el techo de gasto, pero anticipa que en cualquier caso votará en contra de los Presupuestos. No lo tomen en serio: ya sabemos lo que significa su «no es no». Los socialistas apoyarán el techo de gasto y los Presupuestos con su voto o su abstención. No les queda otra, salvo que el PNV, caritativo, decida eximirlos de tal obligación.

El Gobierno, al que corresponde efectuar el encaje de bolillos, considera ya superada la época de la poda. Y yo, modestamente, con solo un puñado de datos en la mano, pronostico que habrá reducción del gasto público en el 2017 -y más drástica aún en el 2018- o subida de impuestos, la otra vía para aliviar la cojera fiscal más acentuada de toda la eurozona. Incluso si la economía española continúa creciendo a un ritmo del 3 %, lo que supone mayor recaudación fiscal y menor déficit, las cuentas no permiten excesivas alegrías. Por ejemplo, rebajar el déficit público del 4,6 % previsto este año al 3,1 % el año próximo supone unos 15.000 millones de euros en términos absolutos. Una gran parte de esa cifra la puede absorber el crecimiento del PIB, pero incluso el Gobierno reconoce que habría en esa tesitura que enjugar 5.500 millones: más recortes o más impuestos.

Probablemente el señor Montoro se proponga desmentir a este humilde cronista y salga el día 25 a anunciar un techo de gasto similar o ligeramente superior al de este año. Le anticipo la réplica. Los ministerios gastarán lo mismo o algo más, pero ¿qué ocurre con el techo de gasto de las comunidades autónomas? O para ser más claros, ¿qué ocurre con el gasto sanitario y educativo que gestionan los Gobiernos autonómicos si estos se ven obligados a cumplir draconianos objetivos de déficit?

¿Y qué sucede con el «techo de gasto» de la Seguridad Social? Lo peor en este caso vendrá en el 2018, cuando la hucha de las pensiones esté vacía del todo. Para entonces, salvo milagrosa multiplicación de panes y peces, una de dos: o rebaja de las pensiones o reducción de otros gastos -¿sanidad y educación?- para financiar con impuestos una parte de las pensiones.