Quiero aprovechar estas líneas que me ofrece cada semana LA VOZ DE ASTURIAS para desear a toda su plantilla y a sus lectores un feliz 2017. Creo que hay que ver las cosas desde una perspectiva positiva y hay que coger el nuevo año con buen ánimo. Es verdad que haciendo un repaso a 2016 se ve que han proliferado noticias que me han gustado poco o nada, pero todas las crisis hay que verlas como una oportunidad para intentar cambiar las cosas.
Enero comenzará con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que nada hace presagiar que ayudará a calmar este mundo loco. Ello unido a las alertas antiterroristas, que están siendo visibles en las grandes ciudades europeas con una mayor presencia policial en las calles, incita a pensar que algunos comicios que están a la vuelta de la esquina, como es el caso de Francia y Alemania, pueden ayudar a partidos de ultraderecha a alcanzar el poder, cuestión alarmante que creo que por ahora no estamos sabiendo atajar. La crisis económica se aproxima a cumplir una década y las consecuencias también son patentes en la política.
En España la izquierda parece que seguirá dividida y enfrentada. Tanto el PSOE como Unidos Podemos tendrán que trabajar mucho para conseguir la reconciliación dentro de sus filas. Lo peor de todo es que el Partido Popular se frotará las manos al ver que sus dos siguientes rivales se encuentran en una batalla por los nombres que, al electorado de izquierdas, no creo que le interese en absoluto. Para ello es elemental que se produzcan los respectivos congresos y se calmen las diferencias surgidas en estos meses.
Pero dejando ya de lado todo esto, espero de corazón que tengamos un año lleno de oportunidades y buenas noticias. En lo personal no puedo estar más contento, aunque también es cierto que me preocupa todos los acontecimientos que nos rodean. En cualquier caso, y lo vuelvo a reiterar, hay que ver siempre el lado positivo de las cosas. ¡Feliz 2017!