La importancia de los sindicatos

OPINIÓN

20 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la unión hace la fuerza, un ejemplo claro de la desprotección que sufrimos hoy los trabajadores está en la debilidad de la acción sindical. Desde mi punto de vista no podemos doblegar el brazo a que las negociaciones colectivas desaparezcan y que todo acabe por convertirse en una lucha desigual entre los empresarios con cada uno de sus empleados. Por eso hay que apoyar a los sindicatos aunque no se forme parte de ellos (como es mi caso). Ello no quiere decir que se trague con todo lo que hay, y más si se han producido acciones delictivas, pero al margen de las actuaciones que hayan podido hacer determinadas personas, siempre debe primar el salvaguardar la imagen de unas organizaciones tan elementales y necesarias en un sistema democrático como son los sindicatos.

Esto es lo que a mí me lleva a respaldar su papel en la sociedad en la que vivimos. UGT ha sido noticia esta semana por el registro de su sede en Oviedo y por la detención de seis personas (que continúan como investigadas aunque quedasen en libertad sin medidas cautelares) por presuntas irregularidades en la gestión de cursos de formación. El Secretario General en Asturias, Javier Fernández Lanero, hablaba de un daño irreparable para la formación. No deja de tener la razón en muchas de sus quejas. No obstante, vivimos en un momento en el que la presunción de inocencia queda quebrantada en muchos casos y por eso hay que ser lo más transparentes y claros posible para evitar confusiones.

Es verdad que siempre se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Es cierto que llama la atención leer cosas como que los motivos que originaron la detención de esas seis personas desaparecieron a las 24 horas. Al final uno quiere ser objetivo, ser riguroso con lo que piensa y con lo que dice, pero queriendo ser así se encuentra con dos maneras de ver algo tan diferentes que no le ayudan a tomar partido. Quizás se necesite más tiempo para reflexionar y tanto lo ocurrido en Asturias como en Andalucía con UGT y con otras formaciones sociales han demostrado que debemos dejar actuar a la justicia, que es en definitiva la que debe dictar sentencias realmente, y abandonar otros tipos de juicios paralelos que conlleven el daño irreparable a personas y organizaciones.

Hoy toma las riendas de la primera potencia del mundo Donald Trump. Un personaje que no da visos de que vaya a conseguir calmar la situación mundial (más bien al contrario). Precisamente para evitar que el tipo de políticas que defiende lleguen a más países los sindicatos juegan un papel fundamental. Por eso, y pese a todos los problemas que tienen (que yo creo que deben asumir una regeneración profunda), jamás debemos minusvalorar su importancia. De lo contrario estaremos perdidos los trabajadores, los más débiles del eslabón.