No hay otra solución que Europa

OPINIÓN

27 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Navegar contra corriente no es nada fácil. En estos momentos de populismo creciente y de democracia menguante hablar de la UE suena a trasnochado e incluso a utópico. Lo que priva hoy y lo que hoy está de moda hablar mal de Europa. Por otro lado, alguien me dirá que el verdadero problema no es Europa, sino el paro, los bajos sueldos, la mala calidad de nuestra enseñanza y de nuestra sanidad, la guerra, los refugiados, la hambruna, etc. Hablar de Europa en el momento actual no vende, la idea de Europa no cae simpática. Lo sé y no necesito que nadie me lo recuerde. A pesar de todo, y mientras ningún político me proponga algo mejor, tengo que repetir lo de Ortega y Gasset «…y Europa es la solución».

Pero, ¿por qué la Europa actual no es para muchos la solución? ¿Quién ha logrado adulterar el proyecto de paz más importante de todo el siglo XX y probablemente de todo lo que queda del siglo XXI? ¿Quién nos ha vendido el proyecto de integración europea como si se tratara de un gran mercado/proyecto económico? ¿Qué político nos habla de los valores que comporta la UE? ¿Por qué nadie se ha atrevido a decir que  la UE es en realidad muchísimo más que un mercado? ¿Cuándo se nos ha dicho que la UE es un espacio de lucha por la paz, por la justicia social, por la defensa de los derechos humanos, por las conquistas sociales, por la convivencia pacífica, sin distinción de nacionalidad, un espacio donde se deben abolir todo tipo de nacionalismos y suprimir todas las fronteras, ya sean físicas o políticas, y fronteras ideológicas, religiosas y de sexo? ¿Quién se puede enamorar de un simple «mercado común», nos dice Jaques Delors?  

Es muy arriesgado decir a los políticos lo que ellos no quieren oír. Sí, los responsables de la mala prensa que tiene la UE, sois vosotros, los políticos, los que vivís de la política y no para la política. Vosotros sois los que habéis parado el proceso de integración europea, porque en una unión política ya no seríais los dioses  y perderíais poder. Vosotros sois los que estáis echando el freno a una Europea solidaria y social que trate de resolver conjuntamente todos los problemas que afectan a los europeos. Vosotros sois los que habéis impedido la creación de unos auténticos partidos europeos y unas auténticas elecciones europeas, en la que se nos hable de Europa y no de vuestros trapos sucios. Vosotros y vuestros partidos políticos sois la raíz de todos los males de Europa. Habéis monopolizado el poder en provecho propio, cuando no sois más que un mero instrumento al servicio de los ciudadanos. En una unión política de Europa habrá problemas, pero será mucho más fácil resolverlos. 

El peligro de Europa no se llama Le Pen, ni Trump, ni Brexit, ni son los partidos xenófobos alemanes, holandeses o de Grecia. El peligro para la UE sois vosotros. No habéis querido defender el proyecto europeo por no perder vuestros privilegios. y nos habéis presentado un UE aguada y desilusionante. Una UE políticamente unida habría podido y podría en el futuro afrontar mucho mejor todas las crisis y resolver mucho mejor los problemas de los ciudadanos. No busquéis chivos expiatorios en la banca, en el gran capital o en entes abstractos. Los responsables últimos de todo el mal de Europa tienen un nombre muy concreto: partidos políticos. Os lo dice alguien que defiende la necesidad de los partidos políticos, pero no vuestro monopolio ni vuestra partitocracia. Mientras vosotros no cambiéis, nada cambiará ni en España ni en Europa.