Morir de éxito

OPINIÓN

31 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Voy a empezar con una cuestión muy clara para despejar cualquier duda de lo que pienso. Estela Goikoetxea mintió, hizo lo correcto dimitiendo de su responsabilidad en el Gobierno de Cantabria tras desvelarse por un medio digital su engaño y tiene que dar el mismo paso renunciando a los cargos orgánicos que ostenta en el partido (al menos a la Secretaría de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Juventudes Socialistas de España, que yo conozca). Dicho lo cual, a continuación también quiero expresar lo que siento, siendo consciente de que podrá parecer mejor o peor según que sea la persona que lea este artículo.

Lo siento mucho por Estela, sinceramente. La verdad es que cuando conoces a alguien siempre hay una afinidad y una manera de ver las cosas distinta, lo reconozco. Mal hecho lo que hizo, y más si la responsabilidad que ejercía en el Gobierno cántabro le obligaba a tener esa licenciatura que decía tener y que por razones que ella sabrá no la completó. Pero da rabia que sea su LinkedIn y la propia web del organismo que dirigía las que le han motivado a presentar su dimisión (cuestión que le honra cuando hay tantos casos de corrupción en este país, con gente quedándose con dinero público y sin que le dé la más mínima vergüenza) en una función que, me consta, estaba desarrollando con ilusión, ganas, trabajo y buen hacer.

Lo triste será seguramente contemplar que murió de éxito. Es decir, que pasó de recibir toda clase de elogios, buenas palabras y peloteos varios de quienes simpatizan con Susana Díaz (me imagino que tiene que ser todo un honor abrir un mitin tan importante) a tener que pasar a retirarse de su campaña porque la imagen pública que tiene tras revelarse la noticia no es la que más le conviene a la candidata andaluza (no obstante, espero equivocarme). Algunos compañeros de Asturias que estuvieron en Madrid me dijeron que era un secreto a voces que el relevo del compañero Nino Torre a la Secretaría General de Juventudes Socialistas de España iba a ser para ella (es un rumor, pero cuando el río suena agua lleva). Por eso hablo de morir de éxito. En cuestión de 48 horas pasó de llegar a lo más alto a caer a lo más bajo.

Mintió con su CV, como dije al principio, pero también quiero poner de manifiesto otra cosa. Me parece triste la obsesión por la titulitis porque creo que nos engaña. Yo, al menos, no me considero mejor político por ser licenciado en Periodismo, pero por supuesto, no diría que tengo la carrera si no la hubiese finalizado. Por tanto, me gustaría zanjar que para ser político no es imprescindible tener una carrera universitaria (veo más importante estar rodeado de buenos asesores y técnicos).

Creo que hay que ser coherente con lo que se piensa y actuar en función de lo que se dice. Yo intento hacerlo así. Como muchos jóvenes, me fui a trabajar a Alemania, a un hotel de Múnich, a limpiar habitaciones durante 19 meses, y no se me cayeron los anillos por hacerlo y aprendí mucho, porque de esa imagen que nos daban aquí de que es el país de las oportunidades me río yo. Pero lo viví, lo vi con mis ojos, lo sentí... y creo poder estar facultado para dar el mismo discurso que dio Estela. ¿Cuántos compañeros de Juventudes Socialistas pueden decir lo mismo? Pues no lo sé, me parece que muy pocos. Pero mirad, yo no uso este argumento como ningún mérito. Mi pretensión y mi deseo es que ningún joven español, formado o no, se tenga que ir a limpiar mierda a Alemania. Igual quienes pudieron seguir en nuestro país consiguieron un trabajo, o un sustento familiar... Cada uno tiene sus circunstancias. Preferí irme, descubrir mundo, aprender alemán, no depender económicamente de mis padres... y así me pasé tres años fuera de España, viviendo en cuatro países europeos distintos. Y todo ese CV no lo adquirí en la Universidad, sino en mi propia experiencia vital.

 Me afilié al partido que más me representa sin ninguna pretensión inicial de vivir de la política. Nunca había tenido un cargo orgánico ni institucional hasta hace dos años, cuando el hoy alcalde de Oviedo y la ejecutiva de la AMSO pensaron que podía cumplir un perfil adecuado para la candidatura al ayuntamiento. Saqué mi acta de concejal y al partido y a mis compañeros les intento devolver cada día que pasa lo mejor de mí. Hubo compañeros, y muy especialmente de Juventudes Socialistas, que no me acompañaron ni en la campaña electoral ni lo hacen ahora que soy cargo público, pero bueno, yo no renuncio a que algún día quieran que caminemos juntos y en favor de lo que nos debería unir y no separar. Además, desde el 15 de enero ya no soy militante de Juventudes Socialistas al haber cumplido 31 años, y la valoración que puedo hacer ahora es desde fuera. Por el respecto que me merece un lugar donde he militado casi 17 años, no he querido nunca restar ni ser un incordio (otra cosa es que haya sido crítico, y es conocida y público que como adscrito a Izquierda Socialista quisiera que las cosas funcionaran de otra manera). Al revés, quise hacer las cosas lo mejor posible para que en coherencia con lo que pienso nadie encontrarse aspectos que pudieran perjudicar la imagen de la organización por mi culpa.

No sé si Estela leerá este artículo pero hay que estar en las buenas y en las malas con gente que merece la pena, y yo que soy más raro que un perro verde prefiero ponerme siempre del lado de quien no está en su mejor momento. La vida sigue Estela. Ánimo, a corregir errores, meteduras de pata... y sí, a volver a intentarlo, que nadie nació aprendido, ni perfecto ni vencido.