De Carrero a Pilar Manjón

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

03 abr 2017 . Actualizado a las 08:07 h.

Carrero Blanco, asesinado por ETA hace más de 43 años, fue el número dos de la dictadura de Franco, «uno de los principales instigadores del terror institucionalizado y de la legislación represiva del Estado», según el reputado historiador Julián Casanova. Publicar chistes en Twitter sobre el almirante que tenía fama de ser más franquista que Franco conlleva penas de cárcel. Está considerado como víctima del terrorismo, mientras los que fueron asesinados por el régimen que comandó no lo son legalmente. Pilar Manjón es una sindicalista luchadora que perdió a su hijo en los atentados del 11M. Desde que compareció públicamente tras la matanza de los trenes y denunció la gestión de Aznar ha sido objeto de graves insultos (ojo, insultos, no chistes). A esta mujer destrozada, esos indeseables que pululan por la red la han llamado impunemente «puta prototerrorista», le han dicho que «le ha tocado la lotería cuando reventaron a su hijo» y la han calificado de «mala madre que hace negocio apoyando la impunidad de los asesinos de su hijo». La policía tuitera y la fiscalía, tan atentas y activas ante cualquier tuit presuntamente delictivo de ciudadanos antisistema, izquierdistas o anarcoides, no han movido un dedo ante las vejaciones a Manjón, de autoría ultraderechista. Ahora, un juez de la Audiencia Nacional, se diría que abochornado por el manifiesto doble rasero en la aplicación del artículo 578 del Código Penal, ha propuesto juzgar a los autores del escarnio. Veremos qué dice la fiscalía. Hoy Tip y Coll habrían sido condenados con cárcel por el chiste que hicieron sobre Carrero en 1984. Pero para humillar a Manjón (al menos hasta ahora), a las víctimas del franquismo o amenazar de muerte a políticos izquierdistas hay barra libre.