Jueves Santo bombardero

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

14 abr 2017 . Actualizado a las 09:17 h.

Jueves Santo. Los informativos, machacones, nos revelan que medio país está de procesión. Y el otro medio, en la playa o en el campo. Solo hay, aparentemente, dos tipos de informaciones, las que nos cuentan cómo está el tráfico en las grandes capitales y las que nos dan irrelevantes detalles sobre los rituales propios del día. Incluso Donald Trump se levanta tranquilo y, en sus dos primeros tuits de la jornada, parece un apóstol del buenrollismo. Pero esa era la calma que precedió a la gran tempestad. 

A media tarde llegó la bomba, la gran bomba MOAB, de nombre con resonancias bíblicas, que Estados Unidos lanzó en Afganistán contra el Estado Islámico. Pesaba 10.000 kilos. Y fue el arma explosiva no nuclear más potente utilizada en toda la historia. La operación se convirtió rápidamente en el hecho informativo del día. Y las redes echaron humo. Por el ataque en sí y por lo que supone.

La primera potencia mundial está en plena escalada bélica. Trump parece contento. Es un mal presidente, pero cree poder solucionar algunos de sus problemas de popularidad gracias a los militares. Ya saben, con la posverdad de la ultraderecha alternativa en horas más que bajas, ponerse el traje de comandante en jefe siempre es un recurso fácil -y extremadamente peligroso- para hacer propaganda.