Primero de Mayo, el momento de la presión y la movilización

OPINIÓN

01 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Nos movilizamos este Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, bajo el lema «No hay excusas. Empleo estable, salarios justos, pensiones dignas, protección social. #alacalle», un enunciado claro y directo que refleja nuestra posición en el momento político, económico y social actual.

Porque si España crece económicamente, si el riesgo de intervención de la Unión Europea ya no existe, si las empresas tienen beneficios, no hay ninguna excusa para que este crecimiento y estos beneficios no se repartan también entre los trabajadores y trabajadoras. Porque no se trata de si España va bien, sino de si las personas, las familias, estamos bien. Y no lo estamos.

No lo estamos porque somos nosotros, los trabajadores y trabajadoras, los que sufrimos una crisis económica que no hemos generado, los que pagamos por ella, perdiendo nuestros empleos y viendo cómo cada vez eran más bajos nuestros salarios. La nefasta austeridad que se nos impuso trajo consigo una reforma laboral cuyas víctimas hemos sido los trabajadores y las personas más vulnerables.

La situación afecta sobremanera a nuestros pensionistas, gravemente empobrecidos; a nuestros jóvenes, a las mujeres, a los trabajadores de más de 55 años, principales víctimas del desempleo; a la gente que menos tiene. El 1% de las personas más ricas concentra el 20% de la riqueza mientras crece la tasa de pobreza (28%), afectando de forma especialmente dolorosa a una parte importante de la población infantil.

Por eso ha llegado el momento de decir Basta, ya está bien. El momento de la presión y de la movilización para exigir la supresión de las reformas laborales; la derogación de la reforma de las pensiones; una reforma fiscal integral que consiga más ingresos, haciendo que los que más tienen paguen más; la implantación de una prestación de ingresos mínimos para sacar de la miseria a las 630.000 familias que no poseen recursos; la recuperación progresiva de la inversión en sanidad, educación, protección social y ayuda a la dependencia; un plan estratégico para la industria; más apoyo a la cultura, a la ciencia y a la investigación; la derogación de la ley mordaza y del artículo 315.3 del código penal que tiene encausados a más de 300 sindicalistas; la recuperación del Estatuto básico del empleado público y una regeneración democrática y cultural que deje atrás la confesionalidad del Estado y combata radicalmente la corrupción.

Y para Asturias reclamamos respeto. Se nos está faltando a él con los continuos recortes en inversiones e infraestructuras. No hay derecho a lo que están haciendo con la Variante de Pajares a cambio de un voto para los Presupuestos Generales del Estado. Exigimos que se cumplan los plazos de la Variante y que por sus túneles puedan pasar las mercancías, para no condenar el desarrollo industrial de Asturias. También es fundamental que se modifique el sistema de tarifa eléctrica, para que deje de estar en peligro la continuidad de las grandes empresas industriales, y el cumplimiento de los compromisos en el marco de actuación de la minería del carbón.

En este Primero de Mayo exigimos que se cumplan los cupos de acogida de refugiados. Que España sea exigente con Europa, para que no se trate la emigración como un problema, y se frene con solidaridad, cohesión y fraternidad la xenofobia y el conservadurismo. Todo ello dentro de una Unión Europea progresista y capaz de impulsar un crecimiento económico sostenible.

Y además instamos a los grupos políticos que están ahora en la oposición que se pongan de acuerdo para obligar al Gobierno de España a enmendar todas las leyes que durante estos últimos años han supuesto una pérdida de derechos y libertades y para evitar que se pongan en marcha nuevos recortes.

Estamos hartos y queremos que tanto el Gobierno como el empresariado sepan este Primero de Mayo que nos van a tener movilizándonos, exigentes y contundentes, por todos estos objetivos, para hacer lo que la Unión General de Trabajadores lleva 129 años haciendo, que no es otra cosa que defender a los trabajadores y trabajadoras, ayudar a las personas y contribuir a una sociedad más justa.

Por todo ello pedimos a los asturianos y asturianas su participación en la manifestación en Avilés, por un cambio de políticas para que el empleo sea estable, los salarios justos, las pensiones dignas y para que haya más protección social.