Cada uno ve lo que quiere ver

Tino Novoa EN LA FRONTERA

OPINIÓN

10 may 2017 . Actualizado a las 07:39 h.

Una demostración de lo mal que están las cosas en el PSOE es que los candidatos a la secretaría general se echen a la cabeza la encuestas del CIS. Lo que también sirve para comprobar que cada uno se construye su propia realidad y ve lo que quiere ver. Es cierto que se confirma la senda de recuperación de los socialistas iniciada en el anterior barómetro y han subido casi tres puntos en medio año. Pero también es verdad que la mejoría se produce desde el mínimo histórico al que cayó el PSOE tras los idus de octubre, en afortunada denominación de Borrell. Pero alegrarse con menos del 20 % de los votos parece que casa mal con el supuesto carácter ganadro de la presidente andaluza. Por otra parte, el 87 % de los votantes socialistas califican de regular o mala la labor de oposición. Así que tampoco por esto puede sacar pecho. No obstante, los datos desnudan la lectura interesada que hace Pedro Sánchez. La mala situación en la que sigue el PSOE no es un hecho derivado de la abstención que dejó gobernar a Rajoy, sino un estado de postración que proviene ya de la etapa en la que él fue secretario general.

Usar la encuesta del CIS como arma arrojadiza para culpar en exclusiva al otro de la situación del PSOE es eludir la responsabilidad compartida y el debate sobre un problema que tiene raíces profundas. Y la pérdida de identidad derivada de la crisis económica es una de ellas. Ante la polarización social generada por la recesión, una respuesta de los socialistas ha sido irse a la izquierda para pelear con las nuevas formaciones nacidas al calor de la desafección hacia los partidos clásicos, descuidando el amplio espacio ideológico de centroizquierda que ha ocupado tradicionalmente la socialdemocracia. Que es, además, el que crece, según el CIS.