El corazón en la Izquierda

OPINIÓN

20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Recibimos mensajes contradictorios, aparentemente ingenuos, sobre el lugar que el PSOE ocupa y debe de ocupar, dentro de lo que se denomina «espectro ideológico».

En el ánimo de clarificar el debate, algún elemento incontrolado pudiera llegar a ocurrírsele definir al PSOE como «una organización política de la clase trabajadora y de los hombre y mujeres que luchan contra todo tipo de explotación, aspirando a transformar la sociedad para convertirla en una sociedad libre, igualitaria, solidaria y en paz, que lucha por el progreso de los pueblos». 

Inmediatamente, quien sí se pronunciara sería calificado de nostálgico, una rémora que emplea conceptos en desuso, probable radical, sino podemita; un inadaptado que no ha sabido evolucionar con el tiempo, ni los rigores del IBEX 35, una bacteria que habría que aislar para que el progreso benefactor llegue a nuestra centenaria organización.

Lo que quizá pocos militantes sepan es que la definición anterior, consta actualmente como principio básico en los estatutos de nuestro partido; y muchos de los que se escandalizan serán quienes, a buen seguro, acuñan el término «moderado» y «centrista» como un recurso retórico, ya habitual, que ha ido erosionando nuestra identidad, pasando de utilizarlo casualmente en un inicio en contextos de oportunidad, vinculados a los comicios electorales, a convertirlo en un soporte básico de la práctica que caracteriza a la acción política diaria.

Somos un partido de izquierdas, debemos proclamarlo orgullosos, alto y claro, la izquierda es nuestro espacio natural, porque forma parte de la esencia de nuestros genes y quienes pretendan confundirnos, ocultos tal el pragmatismo, están sirviendo a otros intereses que no son los de la clase trabajadora que les han aupado al ejercicio de sus funciones.

Continuaremos luchando contra todo tipo de explotación, ahora más que nunca, pues no son las encuestas quienes nos recuerdan que vivimos en una sociedad cada vez más fragmentada, injusta y empobrecida; la realidad cotidiana nos revuelve las tripas y nos enciende la conciencia, cuando algunos compañeros conjugan los «intereses generales» anteponiéndolos a los «intereses de clase», permitiendo, con su vergonzosa abstención, que gobierne la derecha.

Somos la izquierda, hoy la única izquierda de este país, y volveremos a ser mayoritarios cuando los ciudadanos nos consideren un partido coherente con nuestros principios, cuando nuestros hijos/as, vecinos y compañeros, vean en el PSOE la opción política que lucha con honestidad por sus derechos, que son los de la mayoría.

Izquierda Socialista apoya a Pedro Sánchez para que sea elegido nuestro Secretario General, pues pensamos humildemente que, hoy por hoy, es el candidato llamado a recuperar la identidad de nuestro partido y la credibilidad que, merecidamente, hemos perdido ante la ciudadanía.