Pinchar en hueso

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

05 ago 2017 . Actualizado a las 10:11 h.

Nos ha calado. Hasta los huesos. No tenemos piedad. Nos contentamos con cualquier hueso. Porque ha subido de peso. Mucho. Así que ahí vamos, a roerle el hueso. Al juicio rápido. Al comentario en voz alta en el autobús. Que mira tal, que como se ha puesto. Es una dejada. ¿Será cerveza o está embarazada? Al chiste fácil. Pues será de hueso ancho. Y de boca grande. A la crítica barata, al comentario ofensivo. A la humillación. La que corta hasta el hueso. La que nunca se olvida. Y en solo unos segundos, soltamos ese hueso. Volvemos a nuestra vida. A preocuparnos por nuestros huesos. Porque nos ha calado. Hasta los huesos. Y no tenemos piedad. Y desde cualquier web, desde una revista cualquiera, desde la pantalla de la televisión, a todas horas, nos lanzan el hueso. Y ahí vamos. Sin piedad. A roerlo. Porque es delgada. O ha perdido peso. Y escupimos el comentario denigrante. Que alguien le dé un cocido. Está anoréxica. Es que vaya grima de mujer. Quién la va a querer, si se le notan todos los huesos. Aquí estamos. Entre todos, hemos construido una sociedad que está en los huesos. Obsesionada con criticar los cuerpos. Nuestros cuerpos. Y a veces un poquito los de ellos. Masticando la reprobación. A cualquier hora. En cualquier momento. Porque mucho. Porque poco. Va llegando la hora. A otro perro con ese hueso. Y dejarnos de críticas. Que ya vale. Que habéis pinchado en hueso.