Conversaciones de cantina

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

JOSEP LAGO | afp

24 sep 2017 . Actualizado a las 10:21 h.

La cantina de la estación era el punto de encuentro de los jóvenes del pueblo al acabar el día. A última hora de la tarde la gente no jugaba al dominó ni a las cartas, únicamente bebía cerveza en botellines, miraba la televisión y conversaba sobre las noticias del día. El ambiente olía a tajo y fatiga pero era acogedor de complicidades y discrepancias de todo tipo. Joan regentaba el local con la displicencia cercana de quien no tiene más frontera que una pequeña barra de bar. Aquella tarde el murmullo parroquiano era más sonoro que el habitual. Jordi, un joven fontanero currante y con hijos, contaba haber leído que un tal Peter Turchin predecía a través de un algoritmo con el big data que el 2020 iba a ser un año muy malo para todos nosotros. «¿Te parece raro? -replicó Esteve. Era visto ¿O pensabais que los huracanes premium que han asolado Centroamérica y los terremotos de México son una casualidad? No, tíos, son un aviso a navegantes». Laura, una fisioterapeuta de la CUP, vital y morena, abundó: «Pues algo tendrán que ver la bomba H del gordito norcoreano en su particular pelea de gallos machistas con el del musgo pelirrojo en la frente. Digo yo! ¿o no?».

«El big data de Turchin contempla muchas más variables. El lío de religiones, el cambio climático, las hambrunas y la vuelta al pasado, unos a vengar las cruzadas, otros a exhumar a Companys, a Franco y a Dalí, el revisionismo de todo como solución a un futuro incierto que no sabemos inventar y nos devuelve al pasado. Estamos congelados porque no tenemos leña, ideas ni ideologías nuevas que quemar y lo que hay no calienta nada; la única solución que encontramos es atizar la leña del pasado y seguir viviendo en blanco y negro. Lo malo es que el pasado está cargado de un combustible de errores y atrocidades de alto voltaje que a nada que lo soplas estalla. Es una lástima pero yo, que soy neurólogo -confesó ante sus viejos amigos y una Vol Damm en la mano- os aseguro que no existen pastillas para el olvido y que cuando se soplan los rescoldos arde todo otra vez. Quizás estemos llegando a un punto sin avance y tengamos que extinguirnos como los dinosaurios, que es lo que predice Turchin que además es ruso y los rusos, cuando se ponen serios, son temibles». Daniel, el alcalde del Pdecat, cabizbajo, escuchaba sin mover un músculo. De pronto rompió el silencio y mirándose el dedo índice dijo: «Me cago en... tinc una punxa al dit que em fa molt mal». (tengo un pinchazo en el dedo que me hace mucho daño).