Hoy es muy probable que las elecciones alemanas den la victoria a Ángela Merkel para estar al frente del país durante una cuarta legislatura. Ello le otorgaría el poder en Alemania pero al mismo tiempo también en Europa, tan necesitada ahora de liderazgo.
Sin duda ya está preparada para ejercerlo, con el apoyo de Francia, España e Italia, en busca de que la Unión Europea se transforme para resolver los problemas que el Presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha venido señalando, con imprescindibles reformas económicas, de seguridad, fiscales y de organización, para lo que la Unión Europea va a necesitar un nuevo tratado que haga frente a las actuales circunstancias geopolíticas y geoestratégicas que le vienen, por el norte y el este europeos de Rusia; por el sur, de los países islámicos y la corriente de refugiados y por el oeste, con los cambios de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Todos estos problemas están presionando a Europa que ha estado en trance de diluirse. Pero también tendrá que abordar los conflictos internos, como los de Polonia y Hungría, que no aceptan la vigente política en torno a los refugiados.
Por otro lado, se piensa formar un Fondo Monetario Europeo para controlar la economía que será más europea y menos dispersa. Así se intentará reformar la Unión Europea para que sea más fuerte y solidaria, en defensa de la prosperidad europea con sostenibilidad.
Ese es el reto que va a asumir Ángela Merkel.