El disco está rayado

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

25 sep 2017 . Actualizado a las 07:20 h.

Está claro que uno de los elementos claves para entender la victoria de Donald Trump en EE. UU. (y del brexit en el Reino Unido) es el resentimiento social. Un parecido resentimiento social que llevó a Hitler democráticamente al poder en Alemania (1933). Es como si a veces los pueblos se cansasen de acertar y tomasen apasionadamente decisiones drásticas, para meterse, sin querer, en algún atolladero histórico. Algunos catalanes parecen militar ahora en el grupo de quienes están dispuestos a despeñarse.

Sé que el lector puede encontrarlo chocante o divertido, pero creo que hay algún parecido entre Trump y Puigdemont, por ejemplo. A los dos les gusta divulgar despropósitos y calificar de «noticias falsas» todo lo que no coincide con su ideario o con sus delirios. Y, claro, el resultado es insatisfactorio, porque los hechos no se pliegan a sus versiones ni a sus promesas de futuro. Y es que crispar y dividir no es la solución. Está claro que Puigdemont y Junqueras deberían haber escuchado atentamente al exministro Josep Borrell (nacido en Lleida en 1947) cuando les hizo las cuentas y les dijo lo que ellos saben perfectamente: que el referendo no va a ninguna parte, que la comunidad internacional no lo va a reconocer y que solo buscan la escalada de la tensión. Borrell lo explica claramente en su libro Escucha Cataluña. Escucha España. Es cierto que los líderes secesionistas han convencido a una parte de los catalanes de que «España nos roba y no nos quiere». Es un argumento que, a base de repetirlo, ha calado y tiene sus fieles. Pero no ha surgido espontáneamente. Se fraguó en el largo período de Jordi Pujol al frente de la Generalitat (1980-2003).

Luego, ya solo fue pedalear frenéticamente, para llegar al barrizal de ofuscaciones y resentimientos en el que ahora chapoteamos. ¿Cuál es la salida? ¿Un Estado Federal? Lo ignoro. Pero sé que para salir bien librados, habrá que desenfundar el deseo solidario de entenderse y lograr acuerdos imaginativos. Lo contrario nos llevaría a agudizar los resentimientos y alimentar los liderazgos secesionistas. Y este disco ya está rayado.