Revolution

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

02 oct 2017 . Actualizado a las 07:35 h.

Las cosas están cambiando. Ya no se conforman. Ya no les vale cualquier cosa. Han dicho basta. Se han cansado de ser objetos pasivos. Ya no comulgan con ruedas de molino. No se creen todo lo que les cuentan. Han cumplido la mayoría de edad llamando a la revolución y la revolución se les ha vuelto en contra. Ya no quieren ser espectadores de la miseria. Ni ver como la miseria crece, como se alimenta de otros y se expande, se dilata, se reproduce y contagia a más y sigue agrandándose hasta hacerse gigante. Hasta asfixiar todo lo que los rodea. Se acabó. Han bajado la persiana de la ventana indiscreta. Se han quitado el yeso de la pierna y el objetivo de la cara. Ya no quedan James Stewart en España. Endiosados, cegados por los focos, llamaron a la revolución. Y ahora se asustan de los que se han revolucionado. Y ni encaja el horario, ni el formato, ni las novedades, ni el presentador. Ni el programa. Está quemado. Masterchef lo ha sacado de una parrilla en la que había estado demasiado. Y la audiencia ha decidido que es hora de mirar a otro lado. Por fin. Por fin estamos revolucionados. Por fin se descalabran los datos de audiencia. Por fin consumimos otra televisión. Por fin tenemos nosotros el mando. Y GH se ha quedado en una esquina. Solo. Abandonado. Como el abusón al que han plantado cara. Llamaron a la revolución. Y ha llegado.