Bendita lluvia

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

17 oct 2017 . Actualizado a las 08:16 h.

La multiplicación mete miedo. Aquí y en Portugal. Aquí y en Asturias. Aquí y en Castilla y León. Olas de calor cuando menos se esperan. Viento descontrolado. El cambio climático es el factor más reciente. Hay que multiplicarlo por el segundo factor: el abandono del rural. Cada vez vamos menos a nuestra aldea. Le damos la espalda. Nuestros hijos creen que la leche sale de los hangares de los centros comerciales. Que las vacas no existen. Los abuelos están tan abandonados como el campo en los pueblos. Casi nadie cumple la ley. Casi nadie limpia sus fincas. Muchos no saben ni dónde las tienen. El tercer factor multiplicador del desastre es lo peor del ser humano: son los incendiarios. Delincuentes del fuego a sueldo o espontáneos los hubo siempre. Esperan al viento. Esperan al calor. Este fin de semana fue su maldito escenario perfecto. 34 grados un domingo de octubre. Pero el que prende fuego al monte mata. Mata el verde que pinta nuestra tierra. Y asesina a seres humanos. A cuatro. Pudieron ser más. Es casi increíble vistas las imágenes que no hayan sido más. La culpa es de ellos. Son criminales. Pero también es ese campo que no se sostiene. Un campo en el que es imposible encontrar un futuro. Los jóvenes se marchan a las ciudades (país de camareros) y el abandono crece como planta trepadora. Y el eucalipto, claro, que arde como yesca. Y este nuevo elemento imprevisible de que en Galicia la lluvia haya dejado de ser un arte. Volvimos a rezar por la lluvia. Bendita lluvia que despejó algo un infierno que no olvidaremos. Lo mejor: la gente que se dejó el alma codo con codo apagando lo imposible.