Upside Down

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

30 oct 2017 . Actualizado a las 09:30 h.

Es inquietante. Produce una leve sensación de desasosiego continua. Y a veces, pinchazos de auténtico terror. Son como nosotros. Casi. Caminan por lugares que se parecen a nuestros barrios, a nuestros pueblos, a nuestros bosques. Escuchan la misma música que sale de nuestros reproductores. Siguen las mismas modas. Y juegan a los mismos videojuegos. A veces, cuando uno se asoma a ese universo da miedo. Auténtico miedo. Ejércitos de clones de los vaqueros de Rachel y Mónica. Los mismos vigilantes de la playa saliendo del televisor de Chandler y Joey. La misma cámara Pentax con la que Jonathan Byers fotografía a Barb en la piscina. El mismo Dragones y Mazmorras en el sótano de Mike Wheeler. Las mismas golosinas. Los mismos deportivos. Los mismos discos de vinilo. Es todo igual, pero distinto. Y hay momentos en los que es inquietante. Pensar que hemos quedado atrapados en un universo paralelo. En el que todo es igual, pero distinto. En el que tiempo no avanza. En el que siempre seremos jóvenes. En el que no hemos pasado de ser niños. ¿Y si el Upside Down somos nosotros? ¿Y si la nostalgia nos ha devorado y vivimos dentro del pegajoso capullo? Este fin de semana ha vuelto Eleven. Y con ella, todos los chicos. Winona Ryder, que sigue siendo nuestro mito. Antes, mejor, pensamos mientras las letras escarlata van tomando posiciones. Van volviendo a su sitio.