El acantilado

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

04 dic 2017 . Actualizado a las 07:35 h.

El piloto rojo se enciende. Y ella empieza a hablar. Pide ayuda. Información. Una pista. Nuevas pruebas. Algo. Y les pide que no tengan miedo. Que den un paso al frente. Que dejen de sentirse solas. Que lo cuenten. Porque las creerán. Porque serán tratadas con dignidad y respeto. El mismo que sabía que no tendría Laura, que había bebido. Que llevaba minifalda y maquillaje. Y que después de ser atacada en un prado, decidió enterrarlo lo más profundo que pudo. Y hacer como que nunca había ocurrido. Porque sabe cómo tratan a las mujeres como ella. Hasta que un día lee en un periódico lo que había pasado en ese prado, pero la noticia lleva el nombre de otra mujer. Y lo que había enterrado sale a la superficie. Y dice que no. Que no más. Que nunca más. Que ninguna más. Y mientras la tercera temporada de Broadchurch se convierte en un alegato contra la violencia sexual y la impunidad, y Ellie Miller se convierte en la cara de un inconmensurable. Yo te creo, deja de tener miedo, en la televisión de España un abogado hace retroceder cincuenta, cien, un millón de pasos a un país entero. Que también grita que también. Que cree. Que no más miedo. Y el abogado habla de una joven. Y la acusa de haber dado un beso antes de entrar a un portal. Y juzga una camiseta que se puso. Se escuda en un supuesto silencio. Que pena que las lecciones nos las dé un pueblo ficticio. De serie. De cuento.