¿Paz en Irak?

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

11 dic 2017 . Actualizado a las 08:57 h.

Haider al Abadi, el primer ministro iraquí, ha anunciado que su país ha sido liberado de manera definitiva del Estado Islámico. Casi tres años y medio después de que hubiera irrumpido en Mosul, tras más de 250.000 muertos y un número indefinido de heridos, tras más de 6 millones de desplazados y una cifra indeterminada de mujeres raptadas y violadas, al Abadi se vanagloria del éxito de las tropas iraquíes. Unas tropas iraquíes a las que en junio de 2014 les faltó tiempo para huir en desbandada de Mosul en cuanto vieron la bandera negra de los terroristas por el horizonte. Unas tropas iraquíes que abandonaron en su fuga a millones de personas y millones de dólares en armamento. Unas tropas iraquíes que dejaron solos a los kurdos en la ardua tarea de frenar el avance e iniciar la recuperación territorial frente a la horda bárbara. Unas tropas iraquíes que solo empezaron a defender su territorio tras la llegada de ayuda norteamericana y las milicias iraníes. Este anuncio solo puede entenderse como propaganda para consumo interno. Aunque el EI ya no ocupa territorio, sigue estando presente en Irak La seguridad total no existe en ningún país, pero mucho menos en Irak donde el tejido social es tan complejo y variopinto, donde las lealtades a la familia, a la tribu, a la etnia, a la confesión religiosa se enfrentan a las ideologías pero, sobre todo, a la corrupción y al nepotismo y cada quien entiende la justicia a su manera. Y es que recuperar el respeto a la ley y la convivencia va a requerir más que un anuncio oficial y la reconstrucción de las ciudades destruidas.