Quiero un año nuevo feminista

OPINIÓN

24 dic 2017 . Actualizado a las 08:03 h.

Para conseguir un Año Nuevo más Feminista propongo

1. Fin de la violencia machista

La violencia machista es una auténtica lacra tanto a nivel global como en nuestro país. Quizá por eso este primer deseo pueda parecer utópico, pero es nuestra obligación como sociedad luchar por combatir este problema. Es alarmante que sigan muriendo mujeres por el mero hecho de ser mujeres, y para acabar con esto es esencial que concibamos este tipo de violencia como un problema estructural de la sociedad frente al que debemos concienciarnos y unir nuestras fuerzas.

2. Igualdad de oportunidades para niños y niñas

A día de hoy, el hecho de nacer mujer puede condicionar la vida y el futuro de una persona. Los matrimonios forzosos, las leyes sexistas de algunos países o la propia violencia machista son algunas de las cuestiones que afectan a muchas mujeres desde niñas en todo el mundo.

3. Adiós a los estereotipos

Relacionado con el deseo anterior, otro de nuestros principales objetivos ha de ser que desaparezcan los estereotipos que nos condicionan desde la infancia. Debemos basar la educación en valores de igualdad y tolerancia, y no en roles de género absurdos que establecen que, por ejemplo, las mujeres deben ser sumisas y los hombres deben ser duros e insensibles.

4. ¿Desigualdad salarial? No, gracias

No es justo que una mujer cobre menos que un hombre por razón de género. Y, aunque parezca algo escandaloso, es algo que sigue sucediendo en muchos sectores laborales. Por citar un caso público, en el mundo del cine son muchas las actrices que han denunciado desigualdad salarial, como es el caso de las actrices Patricia Arquette, Charlize Theron o Jennifer Lawrence.

5. Romper el techo de cristal

Otra de las injusticias de género del ámbito laboral es el techo de cristal, es decir, las barreras que dificultan a las mujeres el acceso a puestos de responsabilidad en las empresas. Aunque en este blog hemos hablado concretamente sobre esta problemática en el sector periodístico, la realidad es que es un problema transversal.

6. Feminización de la política

Para una sociedad igualitaria, es necesario que en los puestos de poder públicos haya paridad. Necesitamos más mujeres líderes y con cargos de influencia en la política para tener gobiernos más justos y feministas. Si no hay equidad de género en el poder político, es difícil que la lucha contra el machismo sea una de las prioridades de los gobiernos.

7. Fin del machismo en el deporte

El deporte femenino debe tener el protagonismo y la consideración que se merece y, además, hay que erradicar el machismo existente en el mundo deportivo tanto a la hora de informar sobre deporte femenino como en las propias organizaciones deportivas.

8. Una apuesta por una cultura inclusiva

No nos cansamos de repetir la influencia que tiene la cultura en la sociedad y en lo importante que es que existan productos culturales que difundan buenos valores. Aunque cada vez estamos avanzando más en este terreno, es importante que ‘nazcan’ más personajes femeninos fuertes y libres de estereotipos en el cine o en las series.

9. Más castigos para ofensas y censuras machistas

Internet ha traído muchas cosas buenas y hay que reconocer que es un espacio muy beneficioso para el activismo feminista. Sin embargo, el anonimato que facilita la Red hace también hayan más ataques, ofensas e insultos a personas y colectivos feministas a través de las redes sociales. En vez de censurar imágenes en las que aparecen pechos femeninos o madres amamantando a sus hijos, habría que centrarse en que estos ataques machistas no quedaran impunes y en eliminar los contenidos verdaderamente dañinos: páginas, blogs y perfiles que incitan al odio, que sexualizan a las mujeres y que desprestigian el feminismo.

10. Feminismo sin complejos

En pleno siglo XXI, ser feminista no es fácil. Aún hay muchas personas que desconocen (o fingen hacerlo) el verdadero significado del feminismo. Y esto debe cambiar. Necesitamos más políticos que se declaren abiertamente feministas. También deben comprometerse con el feminismo y pronunciar sin miedo la palabra otras figuras públicas. Toda la sociedad, sin importar su género, raza o sexualidad, deben ser feministas. Hay que hablar de feminismo, debatir y aprender. Hay que pronunciar el término sin miedo. Hay que luchar contra los prejuicios. Hay que ser feminista sin complejos.