Si algo nos ha dejado esta semana intensa, además de otra borrasca, es una dosis de buen humor ante una realidad de chiste. Vivimos en el meme continuo, en el monólogo (exterior) que da risa, en el paralelo del humor como única vía de escape frente a tanto delirio. Se nos acumula el chollo y si no fuera por Buenafuente, Wyoming, Dani Mateo y todos esos creadores anónimos que nos mueven el mejor ánimo a través de las redes sociales no sé qué sería de nosotros. Necesitamos la risa como fuente inagotable de subsistencia y de resistencia. Si no ¿qué gracia le íbamos a encontrar al máster de Cifuentes? ¿A esa chulería insultante de quien sigue empecinada en llamarnos idiotas? ¿A su manera insistente de mentirnos a la cara? Hubo un tiempo en que mentir daba mucha vergüenza y los que carecían de ella se transformaban inmediatamente en sinvergüenzas, pero a medida que hemos ido acumulando escándalos hemos desarrollado una inmunidad que da miedo. Casi el mismo que nos ha dado ver a la reina Letizia moverse con ademanes chungos. «Letizia I, la Chunga» es el nombre con el que la han bautizado en algunos chistes esta semana de Stranger Queens, de Juego de Tronos, de Master & Disaster, de Austrias y Borbones, de Gipsy Kings, de Master-Chef, de Todo sobre mi máster... Otra semana para partirse de risa.