Cuarenta años después

OPINIÓN

13 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta semana hemos celebrado en Oviedo un acto muy emotivo, justo, democrático y necesario. Calvo Sotelo, La Gesta y otra veintena de vestigios franquistas han dejado de estar visibles en el callejero de nuestro concejo para dar paso a otros nombres dignos y de merecido reconocimiento. Mi único lamento es pensar que esto ha tardado cuarenta años en suceder. Mañana estaremos en otro 14 de abril, otro día más para el recuerdo, el homenaje y la reivindicación por una España que prometía hacer un país mejor hasta que el dictador Francisco Franco dinamitó la libertad y la legalidad democrática. Hay que aprender del pasado para ganar el futuro, y ojalá más pronto que tarde España vuelva a elegir democráticamente a su Jefe del Estado.

Acojo con pena y tristeza algunos comentarios que me han llegado estos días de intransigentes minusvalorando o desprestigiando una iniciativa tan importante como la de oxigenar y hacer cumplir la ley de la Memoria Histórica. Me pone los pelos de punta ver que hay comportamientos fascistas que siguen latentes y considero que en ningún caso podemos mirar para otro lado. Absolutamente condenable es que la ultraderecha campe a sus anchas por nuestras calles y produzcan agresiones como la ocurrida el pasado sábado en un bar de Cimadevilla, en Gijón. Algunos de sus autores han terminado en prisión tras el suceso, pero algo estamos haciendo mal cuando un grupo de personas se sienten impunes y con el derecho de lesionar a quien es diferente.

Cuarenta años después de la aprobación de la Constitución de 1978 nos encontramos en un momento de cambios en la escena política. No es malo que haya nuevos aires, pero el problema está en la incertidumbre que genera al no saber por dónde irán los tiros. Ciudadanos pega fuerte en las encuestas, el PP parece que pierde fuelle con tanta corrupción y la izquierda tendrá que trabajar muy duro para movilizar a su electorado si no quiere ver que los cambios en las instituciones se terminen en las próximas elecciones. No obstante, de puertas afuera, ‘no toca’ hablar de candidatos, aunque todo el mundo sabe que se empiezan a trabajar las candidaturas de cara a los próximos comicios municipales, autonómicos y europeos de 2019. Ojalá no ganen quienes más ultras se están comportando, porque volver a un pasado tan negro no ayudará a este país a salir adelante.