Un altavoz para provocar

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

11 may 2018 . Actualizado a las 07:31 h.

Es imposible dejar atrás el impacto del juicio a La Manada. En otros procesos que en el pasado removieron las esencias y los bajos fondos de la sociedad, los veredictos y las sentencias sirvieron para cerrar polémicas estériles y para acotar los debates (si es que no los cerraban por completo), pero en este caso el fallo judicial ha supuesto todo lo contrario, un auténtico terremoto.

Primero, ha permitido que busquemos de nuevo la respuesta a una pregunta esencial en el mundo en el que vivimos, ¿qué es violencia? Segundo, ha provocado una reacción en cadena que puede propiciar la puesta al día de códigos y estructuras hasta ahora fuera del escrutinio público. Tercero, ha reactivado el impulso del 8M para avanzar hacia la igualdad real entre hombres y mujeres.

Estos tres efectos son indudablemente positivos, pero no están solos. Comparten protagonismo con fenómenos preocupantes. Uno es el aumento de las cazas de brujas en Twitter o Facebook, con denuncias sin respaldo y demonizaciones sin sustancia. Es posible que con el tiempo aprendamos a manejar las redes de manera civilizada, como dice el pensador alemán Jürgen Habermas. Lo que parece imposible es parar la obscena fiesta de los que piensan como La Manada. Aquellos que aprovechan que hay un altavoz a mano para provocar y, literalmente, enmerdar.