Tuitear contra el viento

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

18 may 2018 . Actualizado a las 07:33 h.

Un lechuguino que se las daba de lobo de mar decidió hacer aguas contra el viento. Y pasó lo que pasó: un desastre, vergüenza y oprobio, risas colectivas. La escena me ha venido a la cabeza estos días dos veces. La primera, el dedazo de Puigdemont. El talentoso impresentable que ha puesto de temporero en la Generalitat, Quim Torra, tiene estilo al escribir, pero no usa tinta, sino bilis xenófoba y supremacista. Sus escritos están ahí, como prueba de cargo. Y sus tuits también. Pretendió borrarlos, pero ahí están la impronta y las salpicaduras.

La segunda vez que evoqué aquella divertida y triste escena fue tras la publicación de la noticia de la casa que Pablo Iglesias e Irene Montero habían comprado en la sierra madrileña por 600.000 euros. Ardieron las redes. Entre los mensajes de odio, burlas, chascarrillos de okupas y comentarios inteligentes apareció un misil, un bumerán.

Era un antiguo tuit del líder de Podemos, cuando aún no se dedicaba a la política, que censuraba al exministro De Guindos por hacer una operación similar: «¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000€ en un ático de lujo?». Y pasó lo que pasó: un desastre, munición para sus rivales, descrédito entre los suyos, explicaciones públicas... ¿Volverán Quim y Pablo a tuitear contra el viento?