D. Juan Carlos ? Corinna
Estos son los binomios que saturan el aire cálido en estos días del verano que está sometiendo a casi todo el territorio hispano a tormentas de viento, lluvia, granizo y un «cambio climático» ya «irreversible».
El Rey, dueño y señor de todo. Libre de pesos, impuestos y demás tributos.
¡El Rey…!
Y, como no les bastaba este paraíso nuestro tan singular y múltiple corrieron aventuras y más aventuras, unas de caza en los safaris africanos, otras de dineros «tuyos y míos» en tantos paraísos fiscales como hay a lo largo y ancho de este «jodido» mundo.
Así, la prensa volvió a remover la mierda que inunda de fétido olor la política estos días del mes de julio.
Pero, una vez una noticia oculta a la otra con tanta rapidez y gravedad que en dos días lo que resplandecía con diáfano fulgor quedaba oculto en la más opaca soledad.
Volviendo al binomio: ¿Tiene algún fundamento de inteligencia simplemente para andar por casa que en pleno siglo veintiuno un país democrático y pluralista que tengamos monarquía?
La república, argumentan los más conservadores: Nos llevó a la ruina, nos trajo una Guerra Civil… Es el culmen de todos los males.
Y, se quedan tan alegres con argumentos tan pobres en el fondo como grises en la forma.
La república fue la forma más antigua de la democracia. Nuestros padres, los romanos vivían en república y para nuestros abuelos, los griegos ¿Qué otra forma de gobierno crearon?
Si nuestra cultura occidental tiene su origen y fundamento en estos dos pueblos, ¿Por qué nos anclamos en ese medievo oscuro y fanático que todo lo resolvió en guerras de religiones?
La religión está bien. Toda persona tiene derecho a sus creencias y, por lo mismo, hay que respetarlas.
Pero hablamos de los impuestos y servicios y esos tiene que ser públicos y equitativamente recaudados y, del mismo modo, administrados.
No puede haber ningún ciudadano con privilegios y por encima de la Ley. Y, eso es precisamente lo que sucede cuando la forma de gobierno se llama: MONARQUÍA.
D. Juan Carlos y Corinna
República o monarquía.