¿Libertad de expresión?

OPINIÓN

Carteles con contenidos franquistas y falangistas pegados en la fachada de la sede gijonesa de Podemos
Carteles con contenidos franquistas y falangistas pegados en la fachada de la sede gijonesa de Podemos

El coordinador político de Xixón sí Puede y miembro de Podemos Asturies denuncia los ataques a su sede

14 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La libertad de expresión nos otorga la potestad de expresar nuestras opiniones, discrepantes o incómodas con quien fuere, sin ser castigados por ello. El problema llega cuando se pasa de la opinión a la acción. Así sucede en nuestra ciudad, donde hace ya tiempo que grupos fascistas campan a sus anchas amenazando y ejerciendo la violencia con cualquiera que se cruza en su camino, mas virulenta si cabe si perteneces a un partido de izquierdas, eres inmigrante, gay o del equipo rival.

La labor de Podemos y Xixón sí Puede denunciando los actos de los violentos que se cobijan bajo el paraguas de los Ultraboys, nos ha situado en el centro de la diana fascista. Eso ha provocado que la sede del partido haya sido atacada una docena de veces en los últimos 2 años y que hayan intentado agredirnos en el propio local otras 3 veces; pero es después de la decisión del Gobierno de retirar del Valle de los Caídos los restos del dictador cuando los ataques han arreciado, y no solo a nosotros, sino que ahora también se han visto atacadas las sedes de PSOE e IU.

Es después del penúltimo ataque cuando decidimos denunciarlo a través de nuestro Secretario General Mario Suárez del Fueyo. La respuesta recibida fue, siendo suaves, desconcertante. Y es que para la jueza esos ataques formaban parte de la «Libertad de Expresión». ¿Cuál fue el resultado de esa decisión? Pues que al día siguiente volvimos a tener otra muestra de «Libertad de Expresión» en nuestra sede con el enésimo ataque.

Después de ver lo que está pasando en los países de nuestro entorno con dirigentes como Le Pen, Orban o Salvini agitando la bandera del fascismo sin ningún complejo; conociendo nuestro pasado reciente con un dictador que murió tranquilamente en su cama después de 40 años de dictadura genocida, y habiendo convertido a España en el segundo país con mas fosas comunes del mundo, ¿de verdad creemos que la irresponsabilidad de equiparar estos ataques con la libertad de expresión es sensato? ¿Que no serán un acicate para que los agresores se sientan impunes y decidan dar un paso mas allá?

En ocasiones da la sensación de que existe un doble rasero judicial. No hace tanto que por hacer chistes sobre Carrero Blanco hubo gente que estuvo a punto de entrar en la cárcel. La opinión o el humor, por ofensivos que nos parezcan, no deben ser coartados en una sociedad sana y democrática, pero tiene que haber un límite y es cuando se pasa de la opinión a la acción. Me explico: decir en Twitter que eres franquista o que Carrero llegó muy alto en su carrera puede ofender a determinadas personas, pero no conlleva ningún tipo de amenaza física. Sin embargo, si vienes a mi casa y me amedrentas empapelándola con carteles que hacen apología de la dictadura franquista has dado un paso inequívoco en una dirección de confrontación física. Por eso, y desde el respeto absoluto a las decisiones judiciales, como no podía ser de otra manera en un país democrático, no es menos cierto que los y las ciudadanas tenemos el derecho a discrepar cuando consideramos que esas decisiones son injustas. En este caso creemos que amparar los ataques en la libertad de expresión no hace sino dar alas a los violentos, y crea un precedente muy peligroso de final incierto, que esperamos que no tengamos que lamentar.