Tesis

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

JUAN MEDINA | reuters

17 sep 2018 . Actualizado a las 07:31 h.

Ángela corría por los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense dándose cuenta de que su tesis se había convertido en un infierno. Un infierno del que posiblemente ni siquiera iba a salir viva. Eran los 90. Y aunque aun hoy esos pasillos asfixiantes por los que Ángela intentaba escapar siguen aterrorizando a los estudiantes de Ciencias de la Comunicación, el horror se está viviendo en otros corredores. Más públicos. Más iluminados. Más lujosos. Igualmente espeluznantes. Las cámaras se agolpan, captándolo todo. Miles de horas de grabación en los pasillos en los que solo se habla de trabajos académicos. Si se ha citado o no. Qué porcentaje es coincidente con otros textos. ¿Existe realmente? ¿Hizo o no hizo el máster? ¿Llegó a escribir la tesis?

El miedo corriendo por las venas, helando una pizca la sangre. Un pánico casi imperceptible. Apenas un temblor en el labio. Un leve traspiés en el discurso. Las manos un poco frías. Un gesto demasiado grandilocuente. Los pasillos convirtiéndose en un infierno. Un infierno del que quizá no vayan a salir vivos. Los tres lo saben. Otras ya han caído. Cuando la tesis se convierte en antítesis, la síntesis es, por fuerza, el ostracismo. El exilio. Dejar de recorrer esos pasillos. Ángela, al final, salió viva. Pudo contarlo. No sabemos si Pedro, Pablo y Albert lo conseguirán. Tesis es un thriller bastante terrorífico.