Universidad, Rivera y macartismo

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

20 sep 2018 . Actualizado a las 07:23 h.

La Universidad no pasa por buenos momentos. Para muchos esto ni es novedad ni se limita a los escándalos en la Rey Juan Carlos. Mayores problemas se derivan de su gobernanza y de la interdependencia de las comunidades autónomas.

Del currículo del profesor doctor Álvarez Conde no se podría cuestionar su capacidad para dirigir el Instituto de Derecho Público. Álvarez Conde, por ejemplo, es autor acreditado del Manual de Derecho Constitucional más vendido en las universidades españolas. Sin embargo, el Instituto por él creado en la URJC está suspendido y él incurso en procesos judiciales y escándalos políticos asociados a sus másteres. Algunos de los beneficiados, políticos VIP, han tenido que dimitir.

De la carrera científica y profesional como oncólogo del doctor Baselga nada habría que objetar, sin embargo se ha visto forzado a dimitir como director médico del Memorial Sloan Kettering por omitir en su declaración de conflicto de intereses, en decenas de sus artículos de investigación, el cobro de dinero de compañías farmacéuticas. Exigencias deontológicas.

Es obvio que en política puede parecer que todo lo que se pueda utilizar para desgastar al contrario es válido. Sucede que en el caso de la tesis de Pedro Sánchez existe toda una normativa universitaria, que incluye la exposición pública de la memoria de la tesis antes de su aprobación por la comisión de doctorado para proceder a su lectura, comisión que nombra además a los miembros que constituirán el tribunal que la juzgará. En los trabajos de los profesionales del conocimiento es posible encontrar toda una tipología de calidades, y desde luego que tales profesionales tengan criterios dispares sobre la calidad de muchos de los trabajos realizados en sus campos de conocimiento.

Ciudadanos, con el dejar ir de la presidenta del Congreso, cambió su pregunta sobre Cataluña, y preguntó al presidente del Gobierno por su tesis doctoral. Reclamándole su comparecencia para que explique: «De arriba a abajo si esa tesis la hizo él, si en esa tesis hay plagios, cómo se realizó, quienes eran los que estaban en el tribunal y si tenían algún vínculo con su partido». El señor Rivera es muy libre de cuestionar aspectos de la vida profesional o académica del doctor Sánchez. Sin embargo no debería establecer dudas sobre la profesionalidad de los miembros del tribunal en base a su hipotética adscripción política, pues ese es un derecho que la Constitución protege. Salvo que el señor Rivera considere que en una sociedad democrática como la española, con ignorancia de los derechos constitucionales, puedan establecerse aquellas nefastas prácticas del macartismo. Por más que en nuestra sociedad sean posibles y sucedan discriminaciones o prebendas asociadas a raza, sexo, ideología o religión, y también por otros intereses.