El central valenciano completó el domingo un gran encuentro y fue el líder de la defensa azul
20 sep 2017 . Actualizado a las 08:57 h.Aun con la baja de Álvaro García, Juan Antonio Anquela tenía claro que parar el ataque amarillo era una de las claves para llevarse la victoria del domingo. El equipo de Álvaro Cervera es uno de los conjuntos más rápidos y efectivos de la competición, siendo capaces de crear ocasiones con facilidad aun sin estar llevando la iniciativa en el juego. Con este potencial, el cuerpo técnico azul decidió apostar por la defensa de las últimas tres jornadas y Cotugno, Verdés, Carlos Hernández y Christian repitieron titularidad.
Aunque los cuatro estuvieron bien, fue el central valenciano el que lideró a la zaga y sobresalió por encima del resto. Cervera salió de inicio con un 4-4-2 en el que Carrillo y Salvi formaban el doble nueve. En principio no era buena noticia para el Oviedo: dos delanteros rápidos y que viven del desmarque y caídas a bandas continuas se emparejarían con dos centrales cuya mejor cualidad es el cuerpo a cuerpo y el juego aéreo. Pero Verdés demostró desde el principio que ese iba a ser su partido.
En los primeros minutos fue el encargado de tapar las constantes caídas a banda de Carrillo, demostrando gran rapidez y anticipación. Cabe destacar que siempre sin abusar de esa agresividad que muchas veces le lastra. Además de esto no faltó su habitual recital en el juego aéreo. Entre Carlos y él lograron despejar todos los balones que intentó colgar el Cádiz, siendo los principales culpables de que el Real Oviedo sufriera tan poco en la segunda mitad del encuentro.
La parte más sorprendente del gran partido de Verdés fue, sin embargo, su actuación con balón. Con la ayuda de un Folch que se incrustaba entre los centrales, el valenciano tuvo la pausa suficiente para no precipitarse en el inicio de juego, eligiendo casi siempre la opción correcta, tanto con pases frontales que superaban líneas o con diagonales al extremo contrario.
Verdés es, junto a Juan Carlos y Ramón Folch, el único jugador de la plantilla que ha disputado todos los minutos en estas primeras cinco jornadas. Tras unos primeros encuentros algo más dubitativo, su gran segundo tiempo en El Molinón fue de lo más positivo del derbi. Ahora, tras otra buena actuación, su pareja con Carlos en centro de la zaga se afianza, convirtiéndose así en uno de los aspectos claves en el buen momento del Real Oviedo.