La barriada, que se encuentra prácticamente en ruinas, comienza su lavado de cara con la construcción de 36 nuevos inmuebles de protección pública
18 may 2018 . Actualizado a las 13:06 h.Hace dos años que los vecinos de Pumarabule, en Carbayín Bajo, se llevaron un gran susto. Uno de los bloques afectados por las grietas desde hace casi dos décadas y con riesgo de ruina, sufría nuevos derrumbes. La situación les llevó a dormir en un hotel, y no era la primera vez. Un año después, el Principado acordaba la construcción de 36 viviendas repartidas en tres nuevos bloques de protección pública en ese mismo barrio. A los propietarios les tasarían su actual piso y deberían abonar la diferencia de lo que cuesten los nuevos. Hoy se han iniciado las obras.
Una pala echaba a andar esta mañana en los terrenos de Pumarabule, después de que el pasado miércoles comenzasen a habilitar la zona. Hasta allí se desplazó el exconsejero de Sanidad y Servicios Sociales Juan José Tielve, encargado de elaborar este proyecto de urbanización. Será la semana que viene cuando se retome de manera definitiva la construcción de estos tres bloques.
Los problemas de esta barriada minera se remontan a hace dos décadas, cuando aparecieron la primeras grietas. Inicialmente se reforzaron los cimientos y se adoptaron algunas medidas estructurales que no funcionaron. Varios derrumbes después y con informes en la mano de los técnicos municipales, que aseguran que no hay peligro de desplome, actualmente resisten allí tres familias. La construcción y posterior mudanza a estas viviendas no les convence del todo. Tendrán que esperar a la finalización de las obras para saber qué ocurrirá con las viviendas.