Coque Malla: «El disco es un camino; los conciertos, una celebración»

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

CULTURA

Mónica Irago

Inicia mañana en Lugo su gira «Santo», en la que repasará su último álbum y recuperará temas clásicos

09 mar 2017 . Actualizado a las 08:18 h.

Coque Malla (Madrid, 1969) arranca mañana en Lugo (Auditorio Gustavo Freire, 21.00 horas) su nueva gira de conciertos por España y México y que lleva por título Santo, una de las canciones de su último disco, El último hombre de la tierra. Con este álbum finalizó el pasado diciembre la gira de presentación que comenzó hace un año. Ahora llega a Galicia y a Lugo (su última actuación fue en el San Froilán del 2003) «con hambre de subirme al escenario».

-¿Cómo fue la experiencia de trasladar al directo todo el trabajo de estudio de su disco?

-Durante las giras no resuelves ya nada del disco, no hay vuelta atrás. Cuando terminas un disco llegas a una especie de acuerdo contigo mismo de decir que has conseguido lo más aproximado que querías transmitir. Cuando estás en el estudio o compones vives la música como algo íntimo, pero los músicos queremos salir, porque para mí las giras son una fiesta, tocando toda la banda y participando con el público.

-¿Cómo será la nueva gira?

-En la anterior, el disco era el protagonista, pero ahora recuperaremos canciones que hacía tiempo que no tocaba.

-Hace un año comentaba que había vivido una etapa emocionalmente tremenda, interesante y productiva. ¿Es su disco más personal?

-No. Todos son personales, porque para mí componer siempre ha sido un acto muy íntimo, no solo por las letras y las melodías, sino por la abstracción. No sé, es un momento intangible.

-Pero sí hay un cambio en los acordes, arreglos sinfónicos...

-Sí que he buscado otros lenguajes musicales para intentar dominarlos. En los arreglos he usado cuerdas o soluciones orquestales. Eso sí, en los conciertos no puedo llevar una orquesta. No pasa nada, lo aceptas. Creo que se puede transmitir una canción con una simple guitarra, porque sacas a la superficie las melodías y cosas que están ocultas.

-¿Quién le ha influido en este cambio musical?

-Todos los que hacemos algo creativo estamos influenciados por alguien, es imposible partir de la nada. Lo importante es buscar algo y llevarlo a tu terreno. Todos tenemos músicas, canciones y a la hora de sentarte al piano es inevitable que surjan esas ideas. Yo tengo cultura pop y rock, pero cada vez escucho más y variada música, como góspel, tribales o ópera. Es mi obligación, forma parte de mi trabajo, como un cocinero que tiene que probar todos los sabores. Ahora, si hablamos de nombres, mis influencias más claras son The Divine Comedy, principalmente, y luego Rufus Wainwright y Richard Hawley.

-¿Los conciertos son hoy la salvación económica de los músicos?

-Es posible que sea nuestra principal fuente de ingresos, pero en mi caso es lo que más me gusta. Cuando haces un disco estás en el proceso hacia la canción, es un camino de conquista, un viaje con descubrimientos, pero hasta que no está mezclado no sabes exactamente cómo queda. En cambio, el concierto, es un camino directo desde la canción, que la compartes. Es una celebración.