Hambre de letras (y alguna ausencia) en la renacida Feria del Libro

J. C. GEA GIJÓN

CULTURA

Público en la primera jornada de la Feria del Libro de Gijón, en Begoña
Público en la primera jornada de la Feria del Libro de Gijón, en Begoña

Miles de personas visitaron el primer día las 40 casetas que hasta el domingo llevan al Paseo de Begoña las novedades y lo más selecto de librerías y editoriales locales y asturianas

16 jun 2017 . Actualizado a las 14:15 h.

Mucho público, carpas y actos más que aceptablemente llenos y caras con predominio de la satisfacción entre los participantes. A falta de lo que traiga el fin de semana y lo que digan el domingo por la noche los balances, la renacida Feria del Libro de Gijón volvió a la vida con una prometedora primera jornada en la que se demostró que el público la echaba en falta y había hambre de libros en la calle. Un día perfecto para ello -nublado, para conjurar la huida vespertina a playas o merenderos, pero sin lluvia- ayudó también lo suyo, además de los descuentos habituales en un certamen que este año congrega 40 casetas entre librerías y editoriales. El estand de la Red Municipal de Bibliotecas, una carpa anexa como centro de las actividades y los altos del café Dindurra completan el recorrido que abrió al mediodía la alcaldesa, acompañada de su concejala de Cultura, representantes de la corporación y alumnos del RIES Jovellanos impulsores del «Callejero poético» con cuya presentación se abrieron las actividades de la Feria.


Ya en la jornada de tarde, y además del curioseo y mercadeo, el público pudo asistir a presentaciones a cargo de Reyes Martínez, Julio Rodríguez, Vanessa Gutiérrez, Sergio del Molino, Javier Lasheras o Esteban Navarro o Carlos Fernández Salinas.

En el apartado negativo, las críticas por el traslado de las firmas de autores de las casetas a la carpa, que han motivado la ausencia de alguna editorial, cuya caseta aparecía cerrada, y otro timpo de ausencias, como la de Suburbia Ediciones, cuya directora recibió y aceptó la invitación a participar en la Feria, pero fue finalmente excluida de la asignación final de casetas por lo que se le justificó como un error. Puesto que, a pesar de todo, no hubo enmienda, Suburbia ha dedicido celebrar como alternativa, un «vermutín» en el Café Gregorio -sábado a partir de las 13,00- para celebrar «el malditismo y la literatura», según ha anunciado la editorial gijonesa.