«Mal genio»: Matar a Godard

eduardo galán blanco

CULTURA

Al egoísta, celoso, borde y dogmático director francés, Hazanavicius le hace aquí un traje para la demolición

15 oct 2017 . Actualizado a las 09:41 h.

En general, es mejor no conocer la vida personal de los creadores que admiras. Al egoísta, celoso, borde y dogmático Godard le han hecho aquí un traje para la demolición que, sin embargo, también es comprensivo con las contradicciones de su, por entonces, loca retórica marxista. Y muy a pesar de lo mal que se lo hace pasar a su pareja, la actriz que descubrió Bresson en Al azar de Baltasar, aquella prístina fábula del burro maltratado y la joven cierva compasiva. Pues, precisamente, Mal genio está basada en la biografía de Anne Wiazemsky, que falleció hace apenas una semana.

La película comienza en los meses anteriores al mayo del 68 francés, cuando el genio acababa de estrenar La chinoise, una surrealista ida de olla maoísta en la que actuaba su casi púber esposa. Con este hermoso flashback a los sesenta, Michel Hazanavicius nos regala otro primoroso ejercicio de estilo, filmado en cine, en 35 mm y Technicolor. Y esa textura de la memoria deslumbra, incluso en las planas proyecciones 2k de los cines. Es, evidentemente, un homenaje al color de la utopía del 68, a la joie de vivre, a la esperanza. Y la joven Anne, primero conquistada por el talento de su papá-marido y luego decepcionada, es la pura vida desbordante. «Tu quieres vivir como en las películas y eso no existe», le dice el pragmático Jean-Luc. La maravillosa Stacy Martin dota de un candor desarmante a su encarnación de Wiazemsky, mientras que el director de The Artist se recrea en la inocencia maravillosa de la actriz: en una secuencia de amor en blanco y negro, donde sus cientos de pecas componen un baile a lo Man Ray, o retratándola desnuda al sol, como la Bardot de El desprecio, devorando un melocotón chorreante. Por el contrario, el funesto Godard es la atormentada muerte del placer, interpretado por un más guapo, más alto, Louis Garrel, hijo de Philippe -otro irreductible cineasta francés de la órbita nouvelle vague- y actor muy recordado por Soñadores.

Además, Mal genio va cargada de guiños cinéfilos. Ahí están un Bertolucci colosal -encarnado por el militar del In treatment italiano-, un fauno Ferreri -genial Emmanuele Aita-, un bondadoso Cournot y un sibilino Gorin.