John Coltrane, 55 años después

CARLOS PEREIRO

CULTURA

El hallazgo de una grabación del saxofonista ha visto la luz en un álbum, que ya es un éxito y ha revolucionado la lista de los Billboard

14 jul 2018 . Actualizado a las 09:05 h.

En La última cruzada, Harrison Ford se puso en la piel, por tercera vez en su vida, del arqueólogo Indiana Jones. Junto a Sean Connery, su progenitor en la ficción, la historia los llevaba a ambos a tratar de encontrar el Santo Grial, el cáliz que Jesucristo usa en la Última Cena. El tiempo ha querido convertir al Grial en algo más allá de un objeto. Una especie de alegoría a múltiples mitos, entre los que se encuentran referencias al propio Cristo, a su sangre, a la feminidad -como quiso recordar Dan Brown-, o, simplemente, a la posibilidad de su existencia. Poder escuchar una pista de saxofón de John Coltrane 55 años después de que fuera grabada viene a ser algo tan valioso para la música como hallar ese Grial extraviado.

Untitled Original 11383 y Untitled Original 11389 condensan todo el arte, talento y magia que el cuarteto clásico de Coltrane poseía. Son dos composiciones inéditas, descubiertas recientemente, e incluidas en Both Directions at Once: The Lost Album. Una sesión de grabación perdida del saxofonista estadounidense que vio la luz en forma de disco el pasado 29 de junio, más de medio siglo después de ser realizada.

Junto al saxo de Coltrane se encuentran McCoy Tyner al piano, Jimmy Garrison en el contrabajo y Elvis Jones a la batería, en los estudios Van Gelder en Englewood, Nueva Jersey. Hasta ahora, se desconocía esta jornada de ejecución musical, preliminar a la grabación del álbum de John Coltrane y Johnny Hartman. La producción editada incluye las dos composiciones originales mentadas y otras ya conocidas, pero configuradas de diversas formas, buscando nuevas combinaciones o jugando con ellas. La cosa no es baladí, y Jamie Krents, de la discográfica Impulse!, sello que hoy forma de Universal, declaró recientemente la importancia del hallazgo. Para él, la aparición de estas canciones, así como del resto de versiones, a que la música pop recibiera de repente dos nuevas obras de los Beatles, o como si la literatura se topase de bruces con un nuevo libro de Gabriel García Márquez.

La realidad es que Coltrane no es un músico de jazz habitual. Su figura se extiende y alarga por toda la música popular del siglo XX. Es conveniente, a la hora de hablar de este trabajo inédito, tratarlo como la sesión de grabación que es realmente y no definirlo como un disco al uso. La forma de trabajar del saxofonista implicaba entrar en el estudio pero no necesariamente con la idea de que lo que allí pasara se convirtiera en un nuevo trabajo discográfico. Gustaba de probar, de idear, de dejar fermentar las notas. Luego, podría unirlas, ensamblarlas y, sí, quizás crear un disco si así lo veía.

El contenido de Both Directions... Asemeja ser un viaje en el tiempo a ese momento en el que uno de los cuartetos de jazz más ingeniosos de la historia apostó por llevar su música a través de la experimentación y la inquietud por innovar. Por un paso más allá. Es un milagro hecho disco. Una casualidad del destino casi. Cincuenta y un años después de su muerte, John Coltrane aún juega a sorprender.