Adiós a Isaac del Rivero, pionero del cómic y fundador del Festival de Gijón

J. C. G. GIJÓN

CULTURA

Isaac del Rivero
Isaac del Rivero FICX

El autor y promotor de publicaciones y certámenes de divulgación del cine y la historieta, Medalla de Plata de la ciudad, ha fallecido a los 87 años

15 ene 2019 . Actualizado a las 22:44 h.

Isaac del Rivero, pionero del cómic contemporáneo en Asturias y fundador y primer director del Certamen Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud -origen del actual Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX)-, ha fallecido esta madrugada en Gijón a los 87 años de edad como consecuencia de las complicaciones del proceso de Alzheimer que sufría desde hace años. Nacido en Colunga en 1931, su vida estuvo marcada por la pasión por la imagen, tanto la cinematográfica que constituyo su primera vocación, como la historieta, a la que aportó varias publicaciones de referencia en Asturias y obras de la envergadura de sus adaptaciones de La Regenta o la biografía Jovellanos, la aventura de la razón, en colaboración con guionistas como Paco Abril o su sucesor en el Festival de Cine, Juan José Plans. Rivero había recibido en 2012 la Medalla de Plata del Ayuntamiento de Gijón, con ocasión del medio siglo del certamen que fundó y que se convirtió en la más perdurable de las muchas iniciativas de promoción de la cultura que emprendió entre las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo. El Tanatorio de Gijón, donde reposan sus restos, acogerá mañana, miércoles, a las 17,00 horas la ceremonia de despedida.

Después de varios trabajos sin relación con su vocación artística, inició la publicación de sus tiras en el diario La Nueva España en 1953, año en el que también presentó su primera obra, Niños. Simultaneando las colaboraciones en prensa con su trabajo como publicista gráfico abrió un nuevo frente de actividad en 1960 con la creación de la revista Kikelin, a la que seguirían Películas y cómics del Far West Espolique, La Rana Verde, Tapón o El Gomeru.

Tres años después, convenció al Ayuntamiento de Gijón para poner en marcha el Certamen Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud, un festival singular que dirigiría hasta 1981 y que sirvió de puerta de entrada a la obra de cinematografías poco habituales en las salas españolas y desarrolló una impagable labor de difusión del cine entre los escolares asturianos. En la misma línea organizó ya en la década de los 70 las seis ediciones de la Muestra Internacional de Publicaciones Infantiles y Juveniles, el Salón Internacional de VideoCine de Oviedo (1983), el Certamen Europeo de Cine Rural y de la Pesca de Candás (1990) y la Semana del Cómic al Cine de Dibujos Animados (1991).

Pero ante todo, Del Rivero era un excelente autor de historietas, un lenguaje que contribuyó a acercar a su vertiente más artística y adulta a través del acercamiento a la literatura -en cuanto a las historias- y mediante un estilo de exquisita ejecución técnica. Se inspiró en los grandes clásicos norteamericanos de línea realista, con un dibujo atento a los detalles, pero incorporando también un acabado de cuidada factura que convertía cada página en una pieza artística por sí misma. Su independencia a prueba de bomba y un carácter batallador y capaz de encarar todas las adversidades le permitió emprender aventuras tan ambiciosas como sus versiones de La Regenta o la vida de Jovellanos. Su legado se perpetúa en uno de sus hijos, el también dibujante Isaac Miguel del Rivero.

Su labor como divulgador del cine entre la infancia mereció premios como el Aro de Plata de Valencia o la Venus de Barcelona, mientras que su actividad creativa le proporcionó reconocimientos como el Diploma de Honor de la National Cartoonists Society de los Estados Unidos y el premio Alfonso Iglesias, por la versión en cómic de Doña Berta de 'Clarín', de quien también adaptó Adiós, Cordera. Su obra fue revisada en la exposición Laberinto de Viñetas en 2015.