Luis Piedrahíta: «Cuanto antes aprenda uno a reírse de sí mismo, mejor»

víctor m. vela

CULTURA

DIEGO_MARTINEZ

El humorista ha unido sus mejores monólogos «y alguno de los peores» en Stand Up Comedy, un espectáculo para demostrar la «sutil diferencia entre sonreír y enseñar los dientes»

27 jul 2021 . Actualizado a las 09:29 h.

 «Lo primero que me hizo gracia en este mundo no lo recuerdo», dice Luis Piedrahíta, quien este verano recorre España con sus monólogos. «Lo segundo tampoco. Tengo dudas sobre lo tercero y de lo cuarto tampoco estoy seguro. Pero tengo la absoluta certeza de que lo quinto que me hizo gracia en este mundo fueron Tom y Jerry».

—Si pudiera elegir, su última carcajada sería para...

—Creo que para ese instante prefiero una sonrisa tranquila que una carcajada. La carcajada puede asustar a los que estén por ahí.

—¿Con la muerte pocas bromas?

—Todo lo contrario. Ante la propia muerte, cuanto más humor, mejor. Es lo único que podemos hacer ante lo inevitable. La condición humana es trágica. Hagamos lo que hagamos, acaba mal. Solo tenemos el camino, ya que el final siempre es el mismo. Y el humor es de las pocas cosas que hacen la vida soportable.

—¿Día no reído, día perdido?

—Cuidado con esa frase porque uno tiene el riesgo de cotidianizar la risa. La risa del que lo ríe todo, así como el halago del que habla bien de todo el mundo, no tiene interés. Hay que tener la capacidad de encontrar ese puntito nihilista que nos permite ver las cosas con distancia y darles la importancia que realmente tienen, que es casi ninguna. ¿Día no reído, día perdido? Depende de lo que ría cada uno.

—¿Con qué se limpia las gafas para ver el lado divertido?

—Con películas, con libros, con charlas de amigos. y con una gamuza nueva que han inventado que impide que se empañen los cristales.

—¿Mejor las gafas o la mirada?

—Siempre es cuestión de mirada. Si bastase con quitarse y ponerse un artilugio, lo haría todo el mundo. Si bastase con ponerse las gafas de Álvaro Cunqueiro para ser Álvaro Cunqueiro, ser Álvaro Cunqueiro no tendría ningún mérito. Lo interesante siempre es la mirada.

—Hay risas maléficas.

—Por supuesto. Son las mejores.

—Y tipos con la sonrisa torcida.

—Las malas personas también tienen derecho a la risa. Pero ahí podemos apreciar un matiz: existe una diferencia sutil entre sonreír y enseñar los dientes.

—Los que se ríen a las espaldas...

—Para esos llevamos una sonrisa detrás, entre las dos nalgas. Todos llevamos una carnosa y mofletuda sonrisa vertical en el culo. Así respondemos a los que ríen a la espalda.

—Y quien se tapa la boca al reír.

—Esa gente es un misterio. Nunca sabremos si se ríen, si se están hurgando los dientes con un palillo o tocando la armónica.

—¿Qué hacer cuando el espejo se ríe de ti...?

—Pasa cada mañana y el problema no es del espejo, es de uno. Cuanto antes aprenda uno a reírse de sí mismo, mejor.

—Si el humor estuviera cubierto por la atención primaria, ¿qué recetaría?

—Espectáculos de humor en directo. Ahora mismo atravesamos una época de grandísimos y grandísimas humoristas.

—¿Qué prueba PCR debe superar un gag para dar positivo?

—Ha de tomar distancia frente a los problemas que tenemos delante y acercar aquellos que tenemos más lejos. El humor funciona como unos prismáticos para mirar problemas. Cuando el problema está muy cerca hay que usar los prismáticos al revés, mirando por los agujeros grandes, ver el problema pequeñito y tomar distancia de lo que nos aflige. Por el contrario, cuando el problema parece muy lejos hay que usarlos al derecho, mirando por los agujeros pequeñitos, para ver cómo esas minucias lejanas se nos echan encima.

—Si solo pudiera reírse de algo en la vida.

—Sería de la seriedad, de lo solemne y de los ñoquis.

«Cuando eres tonto, lo mejor es dejarlo claro lo antes posible»

«Dicen que en ocasiones es mejor estar callado y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo. Yo creo que no. Yo creo que cuando eres tonto lo mejor es dejarlo claro lo antes posible. Si no, la gente se hace ilusiones'. Así comienza el show, y durante hora y media me esfuerzo en dejar claro qué tipo de tonto soy. Stand Up Comedy es una recopilación de mis mejores monólogos y alguno de los peores. Si algo necesitamos estos días es volver a reír», dice Luis Piedrahíta, que este verano está de gira por medio país con su espectáculo.