El gijonés, con «rabia» tras acariciar la victoria en el partido en el que sustitutó al lesionado Rafa Nadal
16 nov 2017 . Actualizado a las 09:08 h.El asturiano Pablo Carreño vendió cara su derrota ante el austríaco Dominic Thiem en las Finales ATP, donde peleó en sustitución del lesionado Rafa Nadal. El tenista gijonés llegó a acariciar la victoria en un duelo muy peleado e igualado ante el austriaco Dominic Thiem, pero finalmente se topó con u 6-3, 3-6, 6-4 ante un Thiem agresivo y certero que se negó a caer ante un novato en su batalla por las semifinales. Dimitrov también venció, y pasa como primero.
Al final del encuentro Carreño manifestó su «rabia» al caer en «un partido tan apretado», pero también confesó que no se había sentido «así de bien» desde el Abierto de Estados Unidos, donde fue semifinalista. «Te da rabia perder un partido tan apretado, es una pena», dijo Carreño. «El primer juego del tercer set fue el peor del partido, Ahí note los nervios de poder llevármelo. Luego estaba un poco cansado», reconoció. «Desde el US Open no me sentía así en la pista, tan agresivo dominando los puntos, disfrutando, y eso es muy bueno, y me tiene que servir para encarar el próximo partido y sobre todo la próxima temporada, porque no había podido demostrar el nivel que había tenido», comentó en tono positivo.
El español tuvo que encontrar su juego a marchas forzadas, obligado por un rival que no dejó de moverse, castigó su revés y conectó bien con su derecha. Sin dar opción con su saque, Thiem rompió en dos ocasiones para apuntarse la primera manga. En el inicio del segundo set, Carreño despegó salvando el cuello. El asturiano evitó el 'break' y rompió a continuación en el tercer juego. Lo más difícil fue aguantar el tipo, con Thiem presionando para recuperar su saque. Carreño mantuvo su tenis bajo la tensión y aguantó la ventaja hasta apuntarse el set al resto. El español atacó cada segundo saque del austriaco, pero tuvo que ir a remolque en el definitivo acto en un respiro inoportuno. Carreño dejó la puerta abierta de inicio y Thiem se coló por ese hueco para empezar el tercer set con ventaja. El austriaco tuvo entonces que defenderse y el asturiano lanzó su ofensiva hasta empatar el partido en el sexto juego, salvando después cuatro bolas de 'break' en un intercambio de 10 minutos. En el siguiente turno de saque terminó cediendo un Carreño con la miel en los labios, pero más que digno sustituto de Nadal.
«Me he despistado un poco y sentía que podía ganar el partido. Quizás me he relajado un poco y me he sentido un poco nervioso», dijo sobre su nivel en el comienzo del tercer set, cuando Thiem le rompió de entrada. «Ha sido una experiencia increíble, algo único que hay que vivir, y no te lo puedes imaginar. Cuando he entrado a la pista me han venido a la mente mil cosas. La piel, de gallina, y me he sentido muy bien», comentó sobre sus sensaciones al pisar la central del O2 Arena.
«En el primer set me ha faltado apretar y ser un poco más agresivo. En el segundo he disfrutado muchísimo y he sentido el apoyo del publico, y la atmósfera de esta pista que es enorme», dijo. «Aquí las luces son diferentes, el juego de luces espectacular, las pantallas enormes, te impresionan un poco, y el público ha estado muy bien. Creo que se ha divertido, por lo que yo he sentido en la pista», aseguró.
«Cada año he ido jugando mejor y mejorando resultados y si sigo a mi ritmo y así lo espero y trabajando con 'Samu' y Cesar, haciéndolo como hasta ahora, de cara al futuro quedan muchas cosas por llegar. Porque me veo con margen de mejora y porque si pensara que no podía mejorar no seguiría jugando», comentó Carreño. «Ya sabía que era muy difícil clasificarme. No era un objetivo real las semifinales. Lo que tocaba era coger sensaciones buenas y sentirme jugando a este nivel y demostrarme a mi mismo el porqué soy 'top ten' y estoy en este torneo», se sincero el gijonés. «Contra Grigor (Dimitrov) espero plantarle cara y hacer un partido como el de hoy, e irme a la pretemporada con buen sabor de boca», finalizó el número diez del mundo